Lugar del hecho: un camino descampado en kilómetro 171 de ruta 6.
Lugar del hecho: un camino descampado en kilómetro 171 de ruta 6.
Tras un proceso que duró poco más de un año y concluyó con un juicio oral y público en los Tribunales de San Isidro, la Justicia condenó ayer a 18 años de prisión efectiva al único detenido por el crimen del teniente retirado Juan Carlos Cáceres, asesinado sobre la ruta 6 cuando viajaba en su camioneta el 9 de abril del año pasado. En tanto, la esposa del sentenciado resultó sobreseída.
“Para lo que es la burocracia de la Justicia realmente fue un proceso rápido. Si bien siempre nos va a quedar un sabor amargo porque se trata de la pérdida de un ser querido, estamos conformes con los 18 años de prisión porque van a ser de cumplimiento efectivo, acá no va a haber ni 2 por 1, ni ninguna de esas cosas que reducen la pena”, manifestó, César Cáceres, el hermano de la víctima.
Cabe recordar que el ex policía apareció misteriosamente asesinado de dos balazos en el límite entre los partidos de Pilar y Exaltación de la Cruz. El cuerpo de Cáceres fue encontrado boca abajo al costado de su Ford Eco Sport, a la altura del kilómetro 171 de la ruta 6, justo frente a la entrada de un criadero de pollos. Se trataba de una zona muy oscura y con poco tránsito.
La camioneta, que tenía varios tiros, estaba con el motor en marcha y las luces encendidas. Cáceres, de 56 años, tenía una empresa de seguridad que custodiaba campos y barrios privados en el área de Exaltación de la Cruz y Pilar.
La víctima era casada, tenía tres hijos y vivía a unos metros de la comisaría de Open Door. Sus ex compañeros cuentan que trabajó en el servicio de calle de la zona de Luján y que durante su período en actividad (se retiró en el 2005) protagonizó varios tiroteos con delincuentes.
En cuanto al condenado, según la Policía contaba con importantes antecedentes por robo automotor. Una de las versiones indicaba que el móvil del crimen respondía a un robo. Esta teoría no es compartida por los allegados a la víctima, quienes sostienen que todo pudo deberse a una venganza por trabajos e investigaciones que Cáceres había hecho cuando estaba en actividad.
Los familiares del ex policía abonan la hipótesis de la venganza, y sostienen que hay muchos elementos que apuntan en esta dirección. Por ejemplo, que en el enfrentamiento le tiraron catorce balazos y que no le robaron nada, excepto la 9 milímetros que llevaba. La Eco Sport estaba acribillada, con impactos en el parabrisas, en el espejo retrovisor derecho y en la ventanilla del mismo lado.
Sobre el asiento del acompañante, los investigadores encontraron la pistola y dos cargadores. También hallaron una anotación sobre una cobranza reciente de 1.200 pesos y en los bolsillos de la víctima, 500 pesos en efectivo.