En el caso interviene personal del destacamento de Monterrey.
En el caso interviene personal del destacamento de Monterrey.
Una mujer de 22 años de edad encontró la muerte de una manera absurda. Estaba lavando ropas con los pies descalzos y recibió una descarga eléctrica del secarropas que estaba manipulando. Sus dos pequeños hijos que estaban a pocos metros de distancia, observaron la terrible desgracia. El lamentable episodio ocurrió en Presidente Derqui.
Según informaron fuentes de la policía, el hecho ocurrió en una vivienda ubicada en la calle Dean Funes al 8800 del barrio Monterrey de la localidad mencionada.
La víctima, identificada por la policía como Verónica Soto, se encontraba lavando las prendas familiares, y según los peritos, lo hacía con los pies descalzos y sin tomar prevención alguna dada la peligrosidad del artefacto doméstico.
Lo cierto es que en un determinado momento la infortunada mujer recibió una fuerte descarga eléctrica que la despidió varios metros, encontrando la muerte en forma instantánea. Sus hijos- una nena de 6 años y un varón de 7 meses que estaban a muy poca distancia, observaron el accidente doméstico y por suerte ninguno de ellos sufrió consecuencia alguna del siniestro.
El esposo de la infortunada mujer, al momento del fatal desenlace, se encontraba trabajando y se enteró por vecinos, del accidente ocurrido en su vivienda en donde su esposa perdió la vida trágicamente.
Incendio
Un incendio se desencadenó en la madrugada del jueves en una vivienda ubicada en el barrio Vicente López. Participaron bomberos del Cuartel Central de Pilar. La destrucción fue total. No hubo que lamentar víctimas.
El lamentable siniestro ocurrió aproximadamente a las 1.40 de la madrugada, cuando por causas que los peritos tratarán de establecer, comenzó el fuego en una propiedad ubicada en la esquina de Maipú y Lauría del mencionado barrio pilarense.
Hasta allí llegaron rápidamente los Bomberos Voluntarios de Pilar, los cuales se encontraron con el siniestro generalizado, se trataba de una casa de un solo módulo de unos 4 por 5 metros cuadrados, de material y techo de chapas galvanizadas. La alta combustibilidad de los elementos que se encontraban en el interior de la misma y el reducido espacio, hizo que fuera casi imposible evitar la destrucción total de la vivienda en cuestión.
Afortunadamente, los moradores no se encontraban presentes en el lugar, y si bien las pérdidas fueron totales, tampoco hubo que lamentar consecuencias en la salud de los rescatistas que trabajaron en el lugar.