1967: Apertura de Cuernavaca (foto), el boliche más longevo y emblemático de Pilar. En vísperas del carnaval de ese año, en un terreno de Bolívar al 500, un quincho con jardín delantero y cartel de chapa haciendo de puerta se convirtió en Cuernavaca, uno de los reductos nocturnos pionero de la provincia de Buenos Aires. La idea nació en 1965, entre casi 50 amigos de 20 años de edad de promedio, quienes se juntaban en las confiterías o bailes de los clubes, y uno de sus mentores fue el constructor Fredi Llosa, quien con 21 años se convirtió en el primer propietario. A 48 años de su nacimiento, Cuernavaca sigue vigente y lugar de encuentro para varias generaciones.