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Felices Pacuas, la casa está en orden

Por Redacción Pilar a Diario 13 de abril de 2022 - 08:24

Felices Pacuas, la casa está en orden

Sr. Director:

Era Pascua, hace 35 y el presidente Alfonsín dirigía esta frase desde el balcón de la Rosada, calmando a la multitud en vilo luego de varios días de negociaciones para evitar un intento de golpe militar, liderado por Aldo Rico. La frase literal fue “Felices Pascuas, la casa está en orden”.

Era el año 1987, la democracia era aún muy pequeña y frágil, contando con apenas cuatro años, desde ese 1983 donde, el peronismo, comandado por Luder, perdió las elecciones por un acto estúpido y prepotente realizado en el cierre de campaña por Herminio Iglesias.

La gente venía de años durísimos de dictadura y violencia, no solo militar sinó también terrorista y la quema de un cajón que decía UCR y una corona mortuoria, realizada por ese payaso que solía decir “conmigo o sinmigo”, hizo que el peronismo perdiera las elecciones. Eso sí, mientras gobernó Alfonsín, la CGT le hizo trece paros generales ¿Alguien escuchó hablar últimamente de la CGT?

En una democracia tan frágil, con el juicio a las Juntas y demás problemas... ¿no era golpista poner tantos palos en la rueda por parte del peronismo?

En esa época la gente pensaba distinto, tenía más cultura para empezar, no existían los planes sociales y se valoraba el trabajo como salida al futuro. Un Herminio Iglesias era raro de ver y se lo castigaba, hoy ¿cuantos Herminios están ocupando cargos en este gobierno corrupto como pocos?

El peronismo se convirtió en kirchnerismo y esta gente hoy se cree dueña de los derechos más básicos de las personas. Crearon generaciones de “planeros” que cortan la 9 de Julio para pedir “aumentos” por un trabajo que no realizan, mientras a los jubilados le aumentan seis mil pesos ante una hiperinflación desmesurada y de la que nadie habla demasiado.
Dejémonos de joder y no seamos más carne de matadero por culpa de los políticos corruptos que solo quieren perpetuarse en el poder para no perder sus fueros e ir presos, como correspondería en un país civilizado. No normalicemos la inseguridad, arruina la calidad de nuestras vidas. Es difícil vivir con el corazón en la boca cada vez que se sale a trabajar, ni hablar de perder a un ser querido porque salió a ganarse el pan y lo mataron por un celular. ¿Vamos a esperar que ocurra para despertar?

Es fácil llenarse la boca hablando de lo malo del capitalismo, viviendo en casas lujosas, con guardaespaldas y seguridad, trasladándose en helicópteros y aviones particulares para ir a visitar a la mamá que vive en Misiones cuando todo el mundo estaba sin poder besar a un hijo o nieto. Ni hablar de hacer fiestas, cuando los ciudadanos comunes estaban enclaustrados y si salían a caminar o tomar el sol eran señalados con el dedo como delincuentes.

Gastan fortunas en cosas que no sirven para nada, descuidando la seguridad, la educación, la salud y a nuestros mayores. Por ejemplo la identidad de género o el lenguaje inclusivo... a mí este último solo me sirve para saber que si alguien dice “jóvenes y jóvenes” estoy ante un caso de imbecilidad inclusiva.

Es hora de abrir los ojos y dejarnos de estupideces. La historia se repite siempre y si la conocemos podemos evitar males innecesarios. Los más jóvenes y algunos no tanto, prefieren desconocerla y dejarse llevar por lo que dicen y cuentan los corruptos, los mismos que pactaron con el genocida de Putin y nos dejó sin segunda dosis de Sputnik, todo por una simple decisión política, tomada sin importar que la gente se moría de COVID... total ellos estaban todos vacunados.

Empecemos a cuidarnos solos porque los que están hoy no nos cuidan ni nos cuidaron nunca, solo cuidan sus intereses y no terminar presos. Cuando esta lacra inmunda desaparezca completamente del panorama político, tal vez logremos levantar la cabeza y decir “Felices Pascuas, la casa está en orden”.

Maximiliano Brod / [email protected].

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