Por Santiago Piermarini
Por Santiago Piermarini
Deseo transmitir un mensaje de esperanza, alejado de pálidas y malas noticias.
Cumplí un año pandémico donde me sentí por primera vez en mucho tiempo con la satisfacción de llevar adelante iniciativas en beneficio para Pilar, lo cual nunca lo había logrado a pesar de haber sido presidente de la cámara de comercio.
Junto con Marcelo Echevarría elaboramos propuestas, las cuales como meros vecinos, fueron transmitidas a las autoridades nacionales y provinciales.
¿Si fueron efectivas? Googleen y podrán evaluar las respuestas obtenidas.
No fue necesario ser presidente, secretario o ilustrísimos pilarenses con un cargo. Solo fuimos Marce y Santi (como nos llaman después de un año de llamadas, mails y WhatsApp), sin fotos, sin calentar sillas de escritorios de los funcionarios, con un trabajo silencioso para y por Pilar.
Nos enorgulleció que ese trabajo fuese gratamente replicado en los medios periodísticos locales y de la Provincia de Buenos Aires.
No lo hicimos ni para un movimiento político como tampoco para conseguir un cargo rentado. No necesitamos ni lo uno ni lo otro.
Tuvimos la oportunidad de realizar innumerables videoconferencias con funcionarios de primera línea, unir Nación con Pilar para tratar temas nacionales y provinciales, contando a la fecha con proyectos para presentar a Pilar en diferentes provincias argentinas.
Lo importante es solicitar, peticionar, tocar timbres, golpear puertas y realizar videoconferencias, para la calidad de vida vecinal, productiva y de servicios.
Para que haya agua corriente en todas las casas y se acaben los nefastos cortes o baja presión en el verano; que podamos utilizar la luz en el invierno y que no tengamos que vender las joyas de la abuela para pagar la factura que nos llegará; que autoricen más medios de transporte Pilar/CABA/Pilar, procurando que los pilarenses no viajen como ganado; créditos blandos a tasa cero a los comerciantes que cerraron sus puertas; líneas crediticias para los emprendedores; procurar la baja de los intereses que actualmente cobran los bancos para préstamos personales o descuentos de cheques; solicitar que
Provincia otorgue líneas crediticias para embellecer nuestro centro histórico, y localidades del distrito, entre otras decenas de etcéteras.
Los jóvenes son los que deben agarrar el timón para que estas iniciativas se potencien, trabajando en equipo, sin palos en la rueda, sin egos ni absurdos protagonismos y todos juntos Derqui, Villa Rosa, Del Viso, Fátima, entre otros y no diseminados. Las iniciativas que se presentan en conjunto son poderosas mientras que las dispersas pasan inadvertidas.
El otro día nos invitaron a crear una ONG con el objetivo de aglutinar la representación del segmento comercial, industrial y corporativo regional de Pilar. En ese Zoom se encontraban presentes miembros del oficialismo nacional, de la oposición y un líder sindicalista. O sea, la “anti-grieta”. Todos por Pilar, sin importar el color de la camiseta.
La respuesta nuestra fue “lo vamos a pensar”. Luego, le dije a Marcelo parafraseando lo que él siempre dice en público: “El poder no pasa por un cargo efímero, prestado o de adorno, sino que el individuo que dice tener “poder” es aquel a quien todo un gobierno y empresarios le atiende el celular”.
Por lo tanto, por el momento seguiremos siendo Marce y Santi, sin cargos, sin alfombras rojas, sin protocolos más que ir a “Tinto y Soda” cada vez que alguien viene a visitarnos a la localidad luego que pase esta pandemia. Pilar necesita de los jóvenes.
Comiencen a proyectar al nuevo distrito. Si ustedes no se animan solitos, nadie les dará el lugar que merecen. Sepan que se puede. Ustedes pueden. Fuerza jóvenes! Y como dijo el Papa Francisco, “hagan lío” POR FAVOR.