Mi más enérgico repudio a lo que sucedió el jueves en el recinto del Honorable Concejo Deliberante de Pilar, cuando un grupo de misóginos patoteros insultaron a una concejala, impidiéndole expresar sus ideas en un debate, manifestaciones groseras, injustas y violentas fueron proferidas contra una mujer.
El agravio y espacio elegidos atentan gravemente contra los principios democráticos, cuando en complicidad se permite la descalificación, la misoginia y falta de respeto. No podemos permitir ni naturalizar que estas situaciones ocurran en un cuerpo deliberativo, porque atenta contra la igualdad y la construcción democrática.
En los últimos años las mujeres hemos emergido como un colectivo movilizante, dispuestas a ganar la calle, a dar discusiones en todos los ámbitos de la sociedad para erradicar estos hechos. Los insultos misóginos a la concejal Paula González debe pensarse en este contexto.
Las instituciones de la democracia deben ocupar un rol central para acompañar esta lucha, deben marcar ejemplo en materia de género y derechos de las mujeres, por ello, no puede pasar desapercibido el lugar donde se produce este episodio que tiene como víctima a una mujer por su condición de género.
¡No a la violencia de género! ¡No a la complicidad institucional!