Tribuna del lector

Gestión municipal, fiel reflejo de lo que nada cambió

Por Dr. Marcelo H. Echevarría

Por Redacción Pilar a Diario 12 de julio de 2018 - 00:00

Hace años que en Pilar se convive con el silencio de los funcionarios ante la deficiente o nula prestación de servicios de primera necesidad.

Ejemplo de ello lo constituye la grave situación de inseguridad que padece la localidad, las constantes inundaciones y problemas de infraestructura, la deficiente prestación de los servicios de salud, entre otros.

En diciembre de 2015, ilusa e ingenuamente pensé que, a ese silencio de años, la actual gestión municipal le daría un giro de 180 grados y se transformaría el Gabinete Local en los oídos de su gente.

Lo fundamentaba puntualmente en dos razones: la primera por el “cambio” que pregonaron durante la campaña electoral y, la segunda, de índole netamente especulativa, supuse que, a los fines electorales y mediando una gran apertura hacia la ciudadanía, capitalizarían un enorme caudal de votos a futuro provenientes de una sociedad la cual se encontraba muy disconforme con la inacción de gestiones anteriores.

Me equivoqué rotundamente.

Respecto al tema de inseguridad

Causa asombro la sordera de los funcionarios cuando toda la ciudadanía pilarense pide a gritos:

a) presencia policial en las calles a modo disuasivo;

b) Control de motos para erradicar la presencia de motochorros evitando robos a comercios, salideras bancarias o arrebatos y,

c) vivir tranquilo en sus casas y no con miedo debiéndose encerrar tras las rejas gente que, en tiempos pasados, experimentó una vivencia -improbable por cierto en estos tiempos que corren- que significaba vivir tranquilo sin llavear las puertas de sus casas.

Trascienden noticias de medios locales al ámbito provincial y nacional reproduciendo un video en donde los delincuentes muestran una denodada agresión al ciudadano laburante en pleno centro de la localidad y a hora pico, entrando a un local a mano armada, permaneciendo por cierto tiempo, consumando el robo, para luego fugarse tranquilamente.

Obvio que, de existir presencia policial, perpetrar esa fuga les costaría un poquito más de trabajo, pero no, la suerte estuvo del lado del delincuente y no del ciudadano que paga sus impuestos para que el Estado le brinde un mínimo de seguridad.

Robos de tipo piraña captados por las cámaras en la barrera de la bajada de Caamaño. Allí, donde hoy es el centro corporativo de Pilar con edificios de oficinas y hoteles de lujo, siendo a su vez, la avenida que conecta la Panamericana con importantes desarrollos y emprendimientos quizás con el metro cuadrado más caro de la localidad.

Agrava lo sucedido que el hecho fue perpetrado a 100 metros de un puesto fijo policial. Por supuesto, los delincuentes escaparon. Luego de ello, ante la conmoción de los vecinos, afectaron al lugar un móvil policial.

Permanentes hechos delictivos graves como reiterados robos a comercios, rotura de cristales de automóviles estacionados en colectoras. Tiros en supermercados chinos, entre otros, son noticias de cada día en los prestigiosos medios locales como Multimedios Pilar, El Diario Regional, Pilar de Todos, Diario Resumen, o portales como www.pilar.com.ar, www.pilarhoy.com.ar  entre otros.

La respuesta de los funcionarios comunales es que “los índices delictivos bajaron” o ponen al ciudadano como responsable ante la opinión pública “por no hacer denuncias cuando es víctima”. O peor aún, creyendo que se puede engañar y subestimar fácilmente al ciudadano, da cuenta lo sucedido en una reunión autoconvocada de comerciantes por el tema inseguridad en donde la Comuna envía a una convocatoria por “seguridad” a dos funcionarios de la cartera de “comercio” a dar la cara.

Los últimos, en plena reunión, y con los ánimos caldeados tanto de las víctimas como de la gente que tiene miedo hasta de caminar por las calles, argumentan que no entienden que se pida presencia policial cuando ellos, al entrar a la reunión, vieron dos patrulleros.

La burla quedó expuesta, logrando la respuesta del ciudadano que es la decepción y el desprecio a la política y por los políticos.

En El Diario Regional de Pilar del día domingo 8 de julio una nota periodística da cuenta que el Secretario de Seguridad de la Comuna es de brindar respuestas fuertes y muchas de ellas “destempladas” ante los reclamos y por eso no lo exponen a las reuniones vecinales.

De ser así: ¿El comisario retirado creerá que posee un conocimiento superador que trasciende a la problemática de la ciudadanía?

No quedaría duda alguna que, de así serlo, se habría olvidado que es un empleado comunal, lo cual sería óptimo que se lo recuerde su superior .el Jefe de Gabinete del Municipio- y que se debe a su comunidad, y que ese deber lo OBLIGA a dar respuestas de manera educada, criteriosas y sólidas argumentativamente, excepto, claro está, que su particular exacerbación provenga por el hecho de no poseer fundamento alguno para solucionar lo que la sociedad le demanda, lo cual en lenguaje barrial se traduciría en: “menos chorros en la calle y más tranquilidad para el laburante y su familia”.

De confirmarse esta información, el secretario comunal, como otros tantos que se encontrarían en la misma sintonía, poseerían una deficiente concepción del concepto de función pública entendiendo que los ciudadanos son sus subordinados, o que sus instrucciones y planes constituyen la verdad revelada no admitiendo disensos.

Desconocerían que ser un funcionario público implica brindar al ciudadano los medios básicos a fin de paliar necesidades primarias insatisfechas o de primera necesidad, siendo en este caso la garantía de “seguridad” que se debe brindar desde el Estado, lo cual en Pilar, siendo moderado al calificarla, es enormemente deficitaria.

 

*Abogado (UBA) / Especialista en Ciencias Penales (UB).

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