Este año Jubilar de la Misericordia, el Instituto Verbo Divino (IVD) también está de gran júbilo. Gracias a la divina providencia y las generosas y multiformes colaboraciones de centenares y miles de pilarenses, desde hace 70 años, asumimos la educación, como una noble y desafiante tarea de encender el amor y la humanidad en los corazones de los jóvenes, en esta querida localidad de Pilar.
Para nosotros, los Misioneros del Verbo Divino, con nuestros docentes y otros colaboradores estrechos del pasado y de la actualidad, educar es una manera de amar, y enseñar a los demás a hacerlo.
Venimos con esta tarea y deseamos continuarla, con más convicciones ahora por estos años de experiencias y la confianza manifestadas por las familias.
Espero que no me equivoque al afirmar que tenemos un pueblo con valores evangélicos, como cimientos sólidos, gracias a la formación recibida en nuestros colegios religiosos; tarea que comparten otros centros educativos en la actualidad.
Los ex alumnos, ahora mayores, nos contarán cómo aquellos sacerdotes de las "sotanas negras” buscaban un terreno para construir un seminario-pupilo.
Finalmente se había concretado la compra, el 28/02/1943, de una propiedad perteneciente a la sucesión Vergani, no tan lejos del centro de Pilar.
El 7/01/1945, cuando el Superior Provincial, el P. José Rieguer SVD, bendijo la piedra fundamental, se iniciaba un gran sueño que iba a realizarse los años venideros.
Fue el Hermano Mairando el verbita responsable de la construcción junto con el constructor Antonio Cartinato. Se necesitaban 1.560.000 ladrillos y 22.000 tejas para el ala central.
Con 19 estudiantes inscriptos durante el año 1946, se iniciaban las clases en febrero del 1947, siendo el primer rector Bernardo Muller, si bien la edificación del colegio finalizaría el año siguiente. Tenemos una larga herencia congregacional en lo educativo.
Desde el principio de nuestra congregación (1875) la educación ha sido vista como una forma eficaz de servicio misionero. Esto se comprende fácilmente porque el fundador de nuestra congregación, San Arnoldo Janssen fue profesor en Bocholt (Alemania), sus primeros 12 años como sacerdote.
Un enfoque integral sobre la fe y la formación de la gente de la misión fue el motivo de profunda preocupación de él. Incluso en su vida, en algunas misiones (por ejemplo, Togo, África) la educación se consideraba un método decisivo de misión.
Justo seis meses antes de su muerte (1909), volvió a subrayar la importancia de la educación. Dijo a los nuevos sacerdotes, el 22 de junio de 1908: "la educación es una de las actividades más importantes de las misiones. Esto ha sido demostrado en el pasado […] Los que reciben una educación superior están llamados a ejercer una buena influencia en sus contemporáneos”.
En la actualidad, la educación SVD forma parte de nuestra misión de diálogo.
Le agradecemos a todos y a cada uno por la colaboración en nuestra misión educativa pilarense. Pedimos a la Virgen María, en esta fiesta de su natividad, que también coincide el comienzo de nuestra congregación, que nos siga intercediendo para que podamos serle fiel a Arnoldo, quien nos encomendó, recibido de Jesús el Divino Maestro.
