Tensión. Los inundados reclamaban respuestas y en el Municipio una barrera de empleados les impedía el paso a los empujones.
Tensión. Los inundados reclamaban respuestas y en el Municipio una barrera de empleados les impedía el paso a los empujones.
Unos 40 vecinos del barrio La Lomita llegaron hasta la puerta del palacio municipal para reclamar una solución tras la sexta inundación en seis meses y con el agua aún dentro de sus casas.
Por miedo a los robos, los frentistas se negaron a ser trasladados el miércoles último a los comedores de Luis Lagomarsino y Villa Rosa, porque debían desalojar la Escuela Nº 7.
Según contó uno de los vecinos, Arcadio Torres, la negativa se debe que aprovechando las inundaciones, los delincuentes vaciaron cuatro casas, llevándose lo poco que les había dejado el paso del agua.
En tanto, las víctimas acusan a una funcionaria de Desarrollo Humano y Social de haberlos discriminado por ser paraguayos. La denuncia fue desmentida por la propia mujer que aseguró que llamó al consulado de Paraguay para solicitar ayuda con los indocumentados y hubo un mal entendido.
Durante la movilización, los manifestantes, intentaron ingresar al Municipio para que los atienda el intendente Humberto Zuccaro, pero hubo forcejeos y agresiones con empleados municipales.
Luego de haber sido desalojados de la Escuela 7 y tras negarse a ser trasladados a los comedores municipales ubicados en Lagomarsino y Villa Rosa, los manifestantes pasaron la noche en obras en construcción en las que estaban trabajando y otros refugios ocasionales, ya que aseguran que en el barrio “el agua sigue subiendo”.
En la mañana de ayer, se reunieron en la plaza cerca de 40 de las 120 personas afectadas, “el resto debía cumplir sus horas de trabajo”, señaló Torres.
La idea era presentarse ante Zúccaro para plantearle la situación y que el mandatario les entregara una respuesta.
Pero en medio del diálogo con los enviados del jefe comunal, se desataron incidentes. El vecino que encabezaba la protesta perdió la paciencia al verse rodeado de empleados municipales que formaban una barrera de contención para no permitirles el paso.
Empujones, tironeos y una innecesaria agresión con una patada de un empleado municipal al manifestante, pusieron un manto de tensión a la protesta.
Finalmente, acordaron que Torres ingresara a dialogar con Zúccaro y la calma regresó.
Pocas respuestas
Al finalizar el encuentro entre Torres y Zúccaro, el vecino comunicó al resto de los frentistas lo que el mandatario le había dicho. “El intendente dice que el lugar donde vivimos no tiene solución, que no se puede rellenar”, lo que provocó el enojó de los frentistas que aseguraron tener boleto de compra y venta de los terrenos, de los que remarcaron pagan los impuestos correspondientes.
Torres siguió con el relato de lo propuesto por Zúccaro, “dijo que el lunes vuelve de vacaciones la directora de Tierras, Olga Santiago, y le pedirá que ubique donde haya terrenos fiscales e irá reubicando a las familias” y explicó: “dice que no tiene un predio grande para meter a todos juntos”.
Al mismo tiempo, el hombre aseguró que el intendente, le habló de cobrarle a cada familia una cuota mensual mínima de 30 pesos para que vayan pagando los terrenos y el día de mañana puedan escriturar.
Por otra parte, desde el Desarrollo Social señalaron a los vecinos que no podían ofrecerles otro centro de evacuados más cercano, por lo que armaron su propia campaña de evacuados en La Lomita, en un terreno seco.
Discriminación
Los vecinos de La Lomita señalaron que en la tarde del miércoles último la directora de desarrollo Humano y Social, Alejandra Pagani, los había discriminado por la condición de varios de ellos de ser de nacionalidad paraguaya. Pero la funcionarias desmintió la denuncia y explicó que hubo un mal entendido ya que ella se comunicó con el Consulado de Paraguay para solicitarles su apoyo y ayuda para los damnificados indocumentados, y de esa forma se les aceleraría otro trámite más, pero los vecinos creyeron que los estaba denunciando.