NO HAY UN ÚNICO MÉTODO
Lo primero que debes saber es que las malas hierbas no son fáciles de erradicar. Por algo dice el refrán "hierba mala nunca muere".
Sin embargo, no siempre es cierto. Para demostrarlo resulta fundamental conocer los diferentes métodos que existen con el fin de utilizar el más adecuado en cada momento, o incluso combinarlos si es necesario.
Puedes tratar de arrancar las malas hierbas de forma manual, emplear herbicidas o utilizar una desbrozadora.
¿TODAS LAS MALAS HIERBAS SON IGUALES?
No. Y, de hecho, del tipo de mala hierba que te aceche dependerá la manera de erradicarla, y también lo fácil o complicado que te va a resultar.
Las malas hierbas pueden ser anuales o perennes. Las primeras surgen a partir de semillas y viven solamente unos meses en los que crecen, sueltan sus semillas y mueren. La mayoría de las malas hierbas son de este tipo.
Por el contrario, las malas hierbas perennes pueden vivir durante muchos años, a pesar de nuestro afán por exterminarlas. Nosotros las arrancamos, pero es difícil acabar con las raíces subterráneas y vuelven a rebrotar una y otra vez.
Afortunadamente, cada vez que las arrancamos se van debilitando y al final conseguimos acabar con ellas, pero se requiere paciencia y trabajo.
EL PROCEDIMIENTO MANUAL Y LA DESBROZADORA

Una de las alternativas más sencillas que tienes para acabar con las malas hierbas del huerto o del jardín es arrancarlas con las manos, siempre que tu jardín no sea demasiado grande. Puedes ir trabajando por zonas, utilizando una azada pequeña o escardillo, una herramienta especial para este fin.
Para conseguir mejores resultados riega el terreno el día anterior para que esté más blando y húmedo y te resulte más fácil arrancar los hierbajos.

A la hora de trabajar en el jardín es interesante ayudarse con algunas herramientas que suponen una gran ayuda como una desbrozadora. Es una máquina muy práctica a la que le darás mucho uso.
Cuenta con un hilo de plástico o nylon que sirve para cortar todo tipo de maleza a ras de suelo. Aunque no mata las hierbas perennes, sí acaba con las anuales y mantiene limpio el jardín.
La desbrozadora sirve también para perfilar los bordes del césped. Solo tendrás que ser cuidadoso para no dañar la base de arbustos y árboles, ya que podrías producirles heridas problemáticas.
EL HERBICIDA, UNA SOLUCIÓN POSIBLE
Cuando las malas hierbas se resisten es el momento de utilizar un método que suele dar buenos resultados: el herbicida.
Tendrás que pensar cuál es el más adecuado para tu jardín o tu huerta. Para uso doméstico se suelen emplear herbicidas que se aplican sobre las hojas. Estos pueden ser:
1/ Los herbicidas de contacto que destruyen tallos y hojas, pero no llegan a las raíces.
2/ Los herbicidas sistémicos, por el contrario, se aplican en las hojas desde donde son absorbidos de forma que llegan a toda la planta, también a las raíces, y acaban con ella.
Además, hay otro tipo de clasificación que se aplica a los herbicidas:
3/ Herbicida total: es el que se aplica y mata todo tipo de planta sobre la que cae.
4/ Herbicida selectivo: ataca a un tipo concreto de plantas. Por ejemplo, existen herbicidas específicos para maleza de hoja ancha y otros para maleza de hoja estrecha.
¿UNA ALTERNATIVA? LOS REMEDIOS NATURALES
Aunque los herbicidas son una alternativa práctica y segura para acabar con las malas hierbas del jardín, también puedes elegir opciones más naturales y menos contaminantes.
Existen varios ingredientes que, usados de la manera adecuada, te ayudan a limpiar el terreno de las hierbas más desagradables.
Agua hirviendo. El agua en ebullición es un práctico herbicida capaz de acabar con las malas hierbas. Has de tener cuidado de que no caiga sobre tus plantas, porque las eliminaría también.
La potencia del bórax. Es un producto que se vende en droguerías y que se utiliza para conseguir un lavado de ropa perfecta, pero también puedes utilizarlo como herbicida en el jardín.
Diluye unos 250 gr de bórax en dos litros y medio de agua y pulveriza la mezcla sobre las malas hierbas. No te excedas con la cantidad ni lo apliques demasiado frecuentemente, ya que no es totalmente inocuo para el suelo del jardín o del huerto.
Otros métodos que funcionan:
En la cocina encuentras algunos ingredientes de uso común que pueden convertirse en potentes herbicidas para controlar las malas hierbas.
- La sal es uno de ellos. Espolvorea sal en determinadas zonas y no crecerá ningún tipo de planta. Puedes poner sal, por ejemplo, en los senderos del jardín, para evitar que salgan antiestéticos hierbajos entre las baldosas.
- El ácido acético del vinagre es capaz también de matar las hierbas, al menos las hojas si no la raíz. Una buena manera de potenciar el efecto herbicida del vinagre preparando un producto casero con vinagre, zumo de limón y una cucharada de jabón lavavajillas. Rocía las hierbas a exterminar con la mezcla un día soleado y verás cómo funciona.
¿UN TRUCO EFECTIVO? EL ACOLCHADO
Cuando el problema de las malas hierbas empieza a tomar proporciones considerables es el momento de buscar alternativas que nos ayuden a controlarlo, al menos en parte. Acolchar el suelo del jardín en determinadas zonas puede ser una buena idea. Puede ser con algún material como corteza de pino, grava, paja, etc.
MÁS VALE PREVENIR…
Una vez han colonizado nuestro jardín es bastante difícil acabar con las malas hierbas. Por eso merece la pena tener en cuenta algunas recomendaciones que nos ayudarán, si no a evitar que aparezcan, sí a mantenerlas bajo control.
- Acostúmbrate a limpiar muy bien el terreno antes de plantar cualquier ejemplar, sea cual sea. Elimina del terreno raíces, rizomas o pequeños bulbos, ya que pueden ser restos de malas hierbas.
- Si vas a preparar semilleros no utilices tierra del jardín. Mejor emplea mantillo o turba.
- ¿Han aparecido hierbas anuales? Acaba con ellas cuanto antes para evitar que suelten las semillas y se propaguen.
- No riegues las zonas del jardín en las que no tienes plantas. Podrías estar proporcionando agua a las malas hierbas.
