La 18ª Fiesta Nacional del Postre en Balcarce, que se llevó a cabo del viernes 15 al domingo 17 de julio, tuvo como su atractivo principal la elaboración del postre Balcarce más largo del mundo.
La 18ª Fiesta Nacional del Postre en Balcarce, que se llevó a cabo del viernes 15 al domingo 17 de julio, tuvo como su atractivo principal la elaboración del postre Balcarce más largo del mundo.
La madrina de la fiesta, la pastelera Rocío Espinillo, fue la encargada de cocinar un postre unos 6 metros de largo que luego fue distribuido entre los presentes durante la apertura del evento, que tuvo lugar en el predio de la Escuela Técnica Nº 1 “Lucas Kraglievich”.
Cada región tiene su gastronomía típica y Balcarce, además de ser conocida como el principal centro productor de papas de Buenos Aires, es cuna del postre más famoso de toda la provincia.
Los ingredientes que lleva este dulce manjar son sencillos y fáciles de conseguir: base de bizcochuelo, merengue, dulce de leche, crema chantilly, coco rallado, vainilla en polvo, marrón glacé, nueces, praliné, crema de leche, pasta de almendra y azúcar impalpable para la cubierta, que en muchos casos es grabada a fuego con la inicial del lugar donde se lo elabora.
La historia dulce argentina está llena de delicias creadas a partir de errores fortuitos que derivan en postres increíbles y mentes creativas que idean platos imposibles de no probar. Dentro de las recetas originales nacionales una de las más emblemáticas debe ser la torta Balcarce, cuya receta original aun hoy es protegida por la confitería que la vio nacer.
En un pequeño local en la planta baja del histórico edificio de la Sociedad Francesa de Balcarce, sobre la avenida Kelly, a dos cuadras de la plaza principal, se esconden los secretos del postre que supo convertirse en un emblema de la ciudad y traspasó fronteras.
Sus orígenes se remontan a 1950 en la confitería París en la calle 18, entre la 17 y la 19, en pleno centro de la ciudad y a la cabeza del pastelero Guillermo Talou. Este, atento al llamado de la creatividad, combinó claras de huevos, sobrantes de otras masas, discos de merengue con crema y bizcochuelo. De esta mezcla intuitiva nació este impresionante postre bonaerense.
La receta era similar a la del postre Imperial Ruso, por lo que en un principio era conocido como “postre Imperial”. Poco a poco la invención de Talou fue ganando popularidad y se hacían largas filas para conseguir su porción.
Luego el maestro pastelero se trasladó a Mar del Plata donde proveía a varias confiterías con su postre. Pero en 1958 le llegó una oferta de parte de Domingo Dondero para vender su marca y la fórmula original. Para ese entonces el postre ya era conocido como “Balcarce” en tierra marplatense por la ciudad de origen de Talou.
La familia Dondero se hizo con la receta y fundó la compañía Balcarce para empezar a comercializarlo. Años más tarde incorporaría alfajores marplatenses, budines y pan dulces, además de abrir cafés con la marca. Después de entrar en concurso de acreedores en 2002, la firma pasó a manos de la familia Sanabria.
Sin embargo, Talou no se quedó de brazos cruzados y, aunque durante varios años estuvo alejado del rubro, en 1969 se asoció con su amigo Rogelio Adobatti y abrieron el 26 de diciembre de 1970 abrió sus puertas la confitería “Comoantes”.
“Comoantes” protege la receta original de Talou y continúa como una parada obligatoria para los fanáticos que van a la Costa Atlántica. Ellos la elaboran utilizando crema de vainilla natural, pasta de almendras, castañas confitadas, vainillina, nueces, merengues y dulce de leche repostero. A su vez la decoran con coco rallado, azúcar impalpable y el toque final llega con la “C” cursiva grabada a fuego, sello distintivo de la marca. Durante los picos pueden llegar a vender hasta 100 tortas en un día en el local sobre la calle Kelly.
Toda la producción es artesanal y, sin lugar a dudas, este es uno de sus principales secretos. Además del distintivo sabor que le aporta al bizcochuelo el horno a leña. No tiene conservantes ni aditivos y utilizan materia prima de primera calidad.
El postre "Balcarce" sigue siendo el preferido de los argentinos. Entonces, ¿cómo escapar a la tentación de probar el auténtico postre fabricado en Balcarce? Un dato interesante, no es necesario viajar a Balcarce, en Pilar el postre auténtico se degusta en Tinto y Soda.