Reciclaje

Científicos logran transformar botellas de plástico usadas en saborizante de vainilla

Por Redacción Pilar a Diario 20 de julio de 2022 - 09:07

¿A quién no le gustan la vainilla?  Recientemente investigadores de la Universidad de Edimburgo (Escocia) han logrado convertir botellas de plástico usadas en saborizante de vainilla mediante la utilización de bacterias modificadas genéticamente.

Actualmente los plásticos pierden alrededor del 95% de su valor como material después de un solo uso. Fomentar una mejor recogida y uso de estos residuos es clave para abordar el problema mundial de la contaminación por plásticos.

Esta es la primera vez que se elabora una sustancia química valiosa a partir de este tipo de residuos.

 

¿Cómo se ha logrado esta transformación?

Los científicos ya sabían cómo crear enzimas capaces de descomponer el tereftalato de polietileno —más conocido por sus siglas en inglés, PET—, que se utiliza para la mayoría de botellas de plásticos en ácido tereftálico (TA). Lo que han hecho ahora es convertir el TA en vainillina, un compuesto orgánico que se emplea para dar sabor o aroma a productos alimenticios, farmacéuticos y cosméticos.

Para lograrlo, utilizaron bacterias E. Coli modificadas genéticamente y las mantuvieron a 37 grados durante un día, según se detalla en el estudio que corrobora la validez del experimento, publicado en la revista “Green Chemistry” el mes de junio. Un porcentaje aproximado del 79% del ácido tereftálico se convirtió en vainillina.

 

Exceso de plástico, falta de vainilla

El tratamiento de los residuos plásticos es uno de los problemas ambientales más acuciantes a los que se enfrenta la humanidad. De acuerdo con un estudio publicado en la revista “Science”, cada año se producen 311 millones de toneladas de plástico en el mundo y cada minuto se vende un millón de botellas, de las cuales solo el 14% se reciclan. El uso de las que se reciclan es muy limitado, pues lo habitual es que el plástico acabe convertido en fibras para tejidos sintéticos.

Por otra parte, la demanda mundial de vainillina está creciendo a un ritmo difícil de sostener. La producción de vainillina natural es muy limitada, pero se requieren más de 37.000 toneladas para satisfacer las necesidades del mercado. Ello hace que el 85% de este compuesto se sintetice ya a partir de productos químicos, normalmente derivados de combustibles fósiles, según “The Guardian”.

Tales desequilibrios dan más importancia del hallazgo de los científicos de Edimburgo. El siguiente paso es modificar (de nuevo) las bacterias para aumentar la tasa de conversión a vainillina.

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