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¿Sabías que el mate fue prohibido por ser un "vicio abominable y sucio"?

Por Redacción Pilar a Diario 30 de noviembre de 2022 - 08:28

Hoy es imposible imaginar un mundo sin mate. Es que tanto para argentinos, uruguayos y paraguayos la infusión es sagrada y la fiel compañía de toda una jornada. Sin embargo, hubo una época en la que estuvo completamente prohibida en la región rioplatense por ser un "vicio abominable y sucio".

Este insólito hecho sucedió por el siglo XVII cuando toda la región aún no era independiente y se encontraba bajo el mando del virreinato español.

Un 20 de mayo, pero de 1616, en Buenos Aires se difundió un bando con un decreto que prohibía terminantemente tomar mate o la posesión de yerba. La orden provenía del gobernador del Río de la Plata y del Paraguay, Hernando Arias de Saavedra, conocido como Hernandarias.

“Que nadie en adelante fuese ni enviase indios a haber hierba a ninguna parte donde la haya, ni la traiga, ni traten ni contraten so pena de pérdida de ella, que se ha de quemar en la plaza pública”, decretó el mandatario, que tomó esta decisión como consecuencia de un tiempo en el que observó a los indios consumiendo, en sus bolsitas de cuero llamadas "guayacas", hojas de yerba mate triturada y tostada.

Se prohibió el cultivo, la venta y el consumo de la yerba mate. Toda la que había en la ciudad fue secuestrada y se quemó en la Plaza Mayor o se la arrojó al río.

Pero esta actividad ya era un hábito que estaba tan instaurado que hasta los españoles "se contagiaron". Hernandarias decidió establecer multas o azotes a aquellos que no cumplieran con lo establecido. Así, cualquier español que quisiera meter al mate en sus tierras debía pagar una multa de 100 pesos, mientras que los indígenas, en un momento en el que eran sometidos a la esclavitud, recibirían 100 azotes si intentaban hacerlo.

Años antes, en 1610, había sido el entonces gobernador de Buenos Aires, Diego Marín Negrón, quien había hecho el intento de impedir esta práctica. En una carta, este le afirma al rey Felipe III: "Tomar mate hace a los hombres holgazanes, que es total ruina de la tierra". Y lamenta que como “el vicio es tan grande, temo que no se podrá quitar si Dios no lo hace".

La Iglesia también cuestionaba al mate, que hasta fue denunciado ante el Tribunal de la Santa Inquisición de Lima. Es que la yerba era usada en sus rituales por los chamanes.

En aquellos tiempos, se creía que la autoridad de los reyes provenía de Dios. Y el rey Felipe III se expidió sobre el asunto en una carta que también tardó años en llegar a destino y tuvo su efecto, como ya vimos, en 1616.

Pero ni una "orden divina" pudo contra esta costumbre, que forma parte del ADN de Argentina, Uruguay y Paraguay.

La yerba mate comenzó a producirse a grandes escalas y varios siglos después la tradición está tan arraigada en los argentinos que cada año se consumen aproximadamente 256 millones de kilos de yerba, esto quiere decir un consumo anual por persona de 6,4 kilos.

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