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Todo lo que siempre quisiste saber sobre los terrarios

Estos jardines en miniatura permiten crear hermosas composiciones dentro de botellas o recipientes.

Por Redacción Pilar a Diario 10 de agosto de 2021 - 16:06

Los departamentos pequeños y la falta de tiempo libre son las principales causas que influyen en la decisión de evitar que muchas personas incorporen plantas a su decoración. Y es comprensible, sencillamente no tienen espacio para acomodar un par de macetas. Pero no hay que descartar los deseos de llenar de verde la vida, pues los terrarios son la opción perfecta. 

¿Qué son los terrarios?

Un terrario es un pequeño jardín en miniatura, que ha sido creado dentro de un recipiente de cristal. Puede estar compuesto de diversas especies de plantas y hay varios tipos, pero lo que tienen en común es que dentro de este envase se crea un hábitat particular, en el que las plantas se desarrollarán y crecerán. 

Los terrarios se crearon en 1827, cuando el Doctor Nathaniel Ward hizo un estudio monitoreando los ciclos de insectos criados en cautiverio. Para ello puso a cada insecto en recipientes sellados con tierra en el fondo. Todo iba normal, pero notó que pequeñas plantitas comenzaron a crecer dentro de los frascos cerrados. Siguió con sus experimentos y de ellos surgió el terrario como lo conocemos. 

En la época victoriana se popularizaron en tal medida que casi todos tenían uno, sobre todo con helechos y flores. Fue tal la locura, que se bautizó a la nueva obsesión como Pteridomania, que se traduce en “la manía de los helechos”. Y no creas que el único uso de estos sistemas era ornamental, pues también se utilizaron para transportar de forma segura plantas vivas a otras regiones. Por ejemplo, la primera planta de té se transportó desde China a la India en un terrario, donde se convertiría en un cultivo más que emblemático que persiste hasta la actualidad. 

Tipos de terrarios

Los terrarios son geniales porque podés crear composiciones increíbles dentro de estas botellas o recipientes, utilizando plantas de distintos tipos y elementos como piedras, arena de colores y hasta pequeñas figuras en miniatura. No mentimos cuando afirmamos que las posibilidades son infinitas. 

Si clasificamos los terrarios según el tipo de plantas que contienen en su composición, podríamos afirmar que hay desérticos, tropicales, boscosos y acuáticos. Según la estructura, hay dos tipos de terrarios: abiertos y cerrados. 

En los terrarios cerrados se coloca una tapa hermética en la botella. El sello crea un micro-ecosistema, así que ni siquiera hará falta regarla. Suelen crearse con plantas tropicales, de altos requerimientos de humedad.

Los terrarios abiertos son un poco más modernos, y suele usarse plantas suculentas, cactus y xerófitas. Si bien requieren algún riego, por el tipo de plantas utilizadas el cuidado y mantenimiento sigue siendo muy sencillo.

Los beneficios de tener un terrario

El tamaño no importa: El tamaño de los terrarios suele ser bastante reducido, pues está pensado como una solución para lugares pequeños. Puedes tener una composición de varias plantas en un jardín miniatura que se ajustará perfectamente a ese pequeño espacio sobre tu escritorio. 

Añaden color y vida: las plantas otorgan de inmediato un factor sorpresa, un toque de color y vida a cualquier espacio. Una planta humaniza el lugar, así que un pequeño terrario puede darle ese soplo de energía vital a tu oficina u hogar. 

Se adapta a cualquier estilo decorativo: no importa si tu decoración es shabby chic, vintage o muy moderna y minimalista; un terrario puede adaptarse a la perfección siempre que escojas el diseño adecuado del soporte o recipiente. Por ejemplo, nuestro terrario colgante es perfecto para decoraciones contemporáneas, pero cambiando su ubicación pueden incorporarse a un espacio un poco más clásico sin problemas.

Fácil cuidado: los terrarios están pensados para requerir el mantenimiento mínimo. Tendrás que regar muy poco (o nada, en el caso de los cerrado) y no tendrás que lidiar con tierra, abono, transplantes y otros procesos engorrosos. Puedes irte de vacaciones sin problemas ni preocupaciones.

Mejoran tu salud: a nivel físico, tener plantas contribuye a mantener elevados los niveles de humedad ambiental, lo que es muy beneficioso para tu sistema respiratorio y tu piel. Pero el mayor impacto de tener un terrario ocurre a nivel emocional. Tener plantas cerca, contemplarlas y cuidar de ellas reduce los niveles de ansiedad, estrés y preocupaciones. 

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