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La turba: el abono perfecto para las plantas

Por Redacción Pilar a Diario 21 de octubre de 2021 - 07:59

La turba es uno de los materiales más usados como sustrato tanto en jardinería como en agricultura. Todos hemos oído hablar alguna vez de este tipo de suelo tan utilizado en la mayoría de ocasiones, pero son menos quienes lo conocen en profundidad y saben de dónde viene y cuáles son sus propiedades.

Qué es la turba para las plantas

Turba es un nombre genérico que se aplica a diversos materiales que proceden de la descomposición parcial de vegetales, dependiendo su naturaleza del origen botánico y de las condiciones climáticas predominantes durante su formación, las que a su vez nos indican el estado de descomposición de dichos materiales.

Para que una zona pueda considerarse una turbera, es decir, un lugar del que extraer turba, se hace necesario el cumplimiento de dos condiciones básicas: poca oxigenación y un exceso de humedad. Cuando la materia orgánica se acumula en estas circunstancias, a un ritmo mayor del que los microorganismos pueden degradarla, esta no puede descomponerse del todo y, a consecuencia, de ello se acumula en lo que se llama una turbera. Estas turberas, sin embargo, producen la turba de forma muy lenta y se calcula que la materia orgánica solo se acumula a aproximadamente 10 cm por cada 100 años en ellas.

Las turbas son uno de los sustratos para plantas más utilizados y es que, pese a que son muy pobres en nutrientes como el nitrógeno, sus propiedades resultan ideales para el desarrollo y crecimiento de la gran mayoría de especies vegetales.

Tipos de turba para las plantas

Hay dos grandes tipos de turbas según su origen y características:

Turba negra: tiene su origen en zonas bajas, con un alto contenido de bases, por lo que su pH es mucho más alto, normalmente de entre 7,5 y 8. Son turbas en que la materia orgánica está bastante descompuesta, por lo que son muy pobres en nutrientes, pero también resultan idóneas para el desarrollo de todo tipo de plantas si se les aportan los nutrientes necesarios.

Turba rubia o blanca: también llamada turba de musgo o turba alta, se forma en zonas de temperaturas suaves con un alto índice de precipitaciones. La gran cantidad de lluvias realiza un lavado intenso de calcio y otros minerales del material, con lo que queda un alto contenido en spagnol, una sustancia presente en los musgos que ningún microorganismo conocido puede descomponer. En realidad, no se trata de turba como tal, sino de un manto vegetal con miles de años de antigüedad que se forma sobre la turba negra. Su pH es mucho más ácido, de entre 3 y 4.

Qué plantas necesitan turba

Prácticamente todas las plantas pueden beneficiarse de un sustrato con base de turba, aunque dependiendo de sus necesidades concretas usaremos turba negra, rubia o una mezcla de ambas, siendo esta última opción la más común.

Las plantas hortícolas, las plantas con flor y los árboles agradecen el uso de turba negra, siempre y cuando se les aporten más nutrientes en forma de abono.

Las plantas acidófilas, es decir, las que necesitan de suelos ácidos para su correcto desarrollo, encontrarán en la turba rubia su mejor aliada, ya que adapta el pH del suelo a sus necesidades además de proveer un sustrato con una alta retención de humedad. También necesitarán de un aporte extra de nutrientes, excepto en casos como los de las plantas carnívoras o los cactus, que necesitan de suelos pobres en materia orgánica. Cuando usamos la turba rubia para acidificar el suelo, lo habitual es mezclarla en un 50% o un 40% con turba negra.

Cómo usarla

A la hora de aplicar la turba en tu jardín, macetas o huerto, todo dependerá del entorno exacto en que vayas a plantar.

Para saber cómo se hace la turba para semilleros, lo mejor es tomar turba negra y mezclarla en partes iguales con fibra de coco y humus de lombriz, que hagan el sustrato más ligero y con aún mejores propiedades de retención de humedad. Puedes añadir vermiculita y perlita a la mezcla para potenciar aún más sus propiedades.

Si se trata de cómo hacer un buen sustrato para macetas, puedes imitar la fórmula de semilleros si las macetas van a estar al sol, o usar simplemente turba y humus de lombriz si van a estar ubicadas en interior, ya que no sufrirán insolaciones graves que puedan secar en exceso el sustrato. La perlita y la vermiculita son siempre un aporte que la tierra agradecerá.

Aunque uses humus de lombriz en tu sustrato, las plantas agotarán los nutrientes del suelo tarde o temprano, por lo que es importante renovar el aporte de materia orgánica y trasplantar las plantas siempre que sea necesario.

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