Un manto blanco cubrió Pilar: a 11 años de la nevada inolvidable

El 9 de julio de 2007 nevó en la ciudad y en otros puntos de la Provincia. Ese día, todo el pueblo salió a las calles a disfrutar el fenómeno.

Por Redacción Pilar a Diario 9 de julio de 2018 - 10:12

Algunos afortunados tendrán el privilegio de decir "yo estuve ahí”: el 9 de julio de 2007 será recordado para siempre como el día en que Pilar se cubrió de nieve, fenómeno que hoy cumple 11 años y está guardado en la memoria de quienes tuvieron la chance de vivirlo.

Aquel día, ya desde la mañana se presintió que se avecinaba un feriado con frío intenso. Desde hacía unos días atrás, una masa de aire polar ingresaba al país a través de la Patagonia, fenómeno que contaba con muy escasos antecedentes en la zona. Es más: en Pilar, la única nevada registrada hasta ese entonces era la que cayó en junio de 1918, de la que se conserva apenas un fotografía de la plaza 12 de Octubre -aún con su molino en el centro- cubierta de una alfombra blanca.

La temperatura comenzó a descender a partir del mediodía, lo que produjo la llegada de aguanieve. Para ese entonces, las calles y plazas recibían la llegada de los primeros curiosos, que no imaginaban que faltaba una sorpresa aún mayor.

Cerca de las 17, el aguanieve le dejó paso a la nieve propiamente dicha, dando lugar a un espectáculo que la gran mayoría de la población no había visto jamás en el distrito.

Paulatinamente todas las localidades se cubrieron de blanco, siendo los vecinos de Villa Astolfi (donde se desarrollaba el acto oficial por el Día de la Independencia) los primeros "privilegiados”.

Las casas y espacios públicos ofrecieron a partir de entonces un panorama inédito, adornados por una nevada que lo cubría todo. Espontáneamente, la gente se volcó a las calles para disfrutar al máximo de una tarde diferente, beneficiada además por tratarse de un feriado, siendo la convocatoria todavía más masiva.

Los peatones a los que la nieve sorprendió caminando registraban las imágenes con sus teléfonos celulares, mezclándose con aquellos que salían de sus casas con cámaras de fotos y filmadoras, decididos a conservar el momento para siempre.

Mientras tanto, la televisión difundía imágenes de la nieve caída en diversos puntos de la provincia y Ciudad de Buenos Aires. La nevada cesó pasada la medianoche, y sus resabios se mantuvieron durante un par de días. Sin embargo, su recuerdo es imborrable. 

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