Su primer contacto con una expresión artística fue a los pocos días de nacer, cuando asistió a uno de los primeros ensayos del grupo teatral UT8, que aún hoy integra su papá, Manuel Vázquez. Por eso Emmanuel Vázquez Pirsch, que ahora tiene 29 años, siempre supo que el arte sería su guía. Y aunque tuvo un paso por la actuación, su vida, sin lugar a dudas, es la música.
Entrevistado por El Diario, el joven que además da clases en dos colegios de Pilar y estudia en la Escuela de Arte José “Pipo” Ferrari, hizo un repaso del camino que lo llevó a darse cuenta que “no hay lenguaje más perfecto que la música”.
-Emmanuel, ¿recordás cómo nació tu amor por la música y el arte en general?
Siempre el arte fue un elemento constante y cercano a mi vida. Asistí a los primeros ensayos de UT8 a los pocos días de nacer y a los 12 años empecé a actuar en el grupo. Mi vieja es profesora de música también, por lo cual en casa se escuchaba desde tango y folklore hasta rock nacional e internacional. Siempre hubo un gran abanico de posibilidades para nutrirse artísticamente.
-¿Creés que elegiste este camino de alguna manera influenciado por ellos?
Creo que más que influencia fueron muy motivadores al momento de elegir qué carreras seguir. Mis hermanos no se dedican al arte y así como yo, tuvieron la libertad de elegir lo que cada uno quería hacer de su vida. Me parece que lo más provechoso fue esa liberad que nos dieron de poder hacer lo que sintiéramos. Me imagino muchas familias en donde la decisión de un hijo de seguir una carrera artística no es tomada de la mejor manera, pero por suerte no fue mi caso y agradezco muchísimo a mis viejos esa posibilidad y apoyo incondicional.
-Solo con verte se puede ver el nexo especial que tenés con la música en particular.
Sí, para mí la música es uno de los lenguajes más perfectos, una de las formas de expresión más universales que existen. En lo personal, la música es mi forma de vida, mi ocupación, mi oficio, mi descarga, mi cable a tierra.
-Es innegable el poder que tiene el arte en sí. No es casual que en muchos casos sea lo primero que se quiere silenciar.
Tal cual. Como decía recién, creo que el arte es el medio de expresión más completo y más peligroso para las clases dominantes porque es un lenguaje que invita a la actividad, a pensar, a decodificar los miles de significados posibles que hay detrás de un mensaje. Es expresión y a la vez alimento para el alma. Creo es que eso es lo que lo hace tan poderoso e imprescindible.
-Si tuvieras que elegir a tus referentes musicales, ya sea una banda o un solista, ¿con quiénes te quedás?
Tengo muchos, porque también son muchos los estilos de música que escucho. Del palo del rock, mi banda predilecta es sin lugar a dudas The Beatles, pero también me gusta mucho Charly (García), el Flaco (Luis Alberto Spinetta), (Gustavo) Cerati. Dentro del tanto creo que destacaría a (Roberto) Grela como influencia en la guitarra, a (Aníbal) Troilo y a (Osvaldo) Pugliese. En cuanto al tango más contemporáneo destaco a La orquesta típica Julián Peralta, a la Fernández Fierro, a Astillero. Son muchísimas las bandas que considero que me influenciaron y siguen haciéndolo.
Formación y docencia
Más allá de la guía de tus padres, ¿cómo te formaste como artista?
Siempre estudié y lo sigo haciendo, de manera formal o no tanto. Cuando me dediqué al teatro participé en varios talleres dictados por mi viejo, otros por Martín Simeoni y talleres de comedia musical. Después estudié literatura 3 años en el Joaquín V. González y, finalmente, decidí seguir con la carrera de música, aunque ya hacía un tiempo que tocaba la guitarra, y ahí empecé en el Conservatorio con orientación clásica en el Fréderic Chopin, de Pilar para cambiarme luego a la Escuela de música popular de Luján, en donde estudio actualmente.
-Pero además de estudiar, te dedicás a la docencia. ¿Cómo es la experiencia de enseñarles a otros, sobre todo a alumnos de colegio?
Trabajo hace 8 años como docente de música en escuelas y la experiencia en sí me encanta. Considero que la educación musical en los chicos es importantísima, sobre todo hoy en día, donde en casi todas las ramas del arte pero sobre todo en la música, quien manda es el mercado. Dando clases entendí que muchas veces los chicos escuchan lo que escuchan porque no conocen otras cosas. Escuchan lo que pasa en la televisión o lo que promociona internet. Por eso creo que la responsabilidad de los docentes de música es, principalmente, abrir el abanico de posibilidades que hay. Por mi experiencia personal te digo que no hay chico que no se sienta atraído por Los Beatles, el problema es que, aunque parezca mentira, muchas veces no llegan a conocerlos.
Presente y futuro
-Ahora estás en Europa. ¿Qué es lo que te llevó al Viejo Continente?
Con De Queruza (grupo oriundo de Luján y conformado por docentes y estudiantes de la Escuela de Arte José “Pipo” Ferrari), después de haber realizado dos giras por Colombia en donde grabamos nuestro último disco, decidimos comenzar a organizar esta gira. Así como en los casos anteriores, se trata de un proyecto completamente autogestionado, y contamos con el apoyo de muchos auspiciantes tanto de Luján como de Pilar.
Llegamos a Europa el 12 de junio y dos días después comenzamos con los shows programados en España, en las ciudades de Barcelona, Madrid y Vitoria-Gasteiz. El recorrido continuará por la ciudades francesas de Burdeos, Toulouse y París; después vamos a Amsterdam, Holanda; Berlín, en Alemania; Venecia, Udine y Trieste, en el norte de Italia; Berna y Watwill, en Suiza y regresamos a España para nuestros shows despedida en Palmas de Mallorca y Barcelona, sumando en total 25 shows en 75 días de viaje.
-De esta experiencia, ¿con qué te quedás hasta el momento?
La verdad es que en todos los lugares nos trataron súper bien y cada uno tiene su magia y encanto. Pero en este momento estamos atravesando una parte del viaje muy interesante en Vitoria-Gasteiz (capital del País Vasco) porque estamos alojándonos y compartiendo momentos con los vecinos de Errekaleor Bizirik, que es el barrio okupa más grande y mejor organizado de España. Es una gran experiencia ver desde adentro el proyecto de lucha y de vida comunitaria y anticonsumista que llevan adelante estos compañeros.
-Contanos del presente y futuro tanto de La Dólar como de De Queruza.
En este momento La Dólar se encuentra en un período de vacaciones. Varios miembros estamos encarando y trabajando en otros proyectos pero la idea es volver a reunirnos antes de fin de año para retomar ensayos, volver a los escenarios y, probablemente, hacer otra gira por Uruguay, como en años anteriores.
Con De Queruza estamos presentando nuestro último material discográfico, “¿Bien o qué?, que fue presentado en mayo de este año, que se puede adquirir en formato físico, en formato digital a través de Bandcamp o escuchar en plataformas digitales como YouTube o Spotify. La idea es seguir difundiéndolo cuando volvamos a Argentina y empezar a planear lo que sería nuestra segunda gira por estas tierras.
-Para cerrar, ¿cómo te ves de acá a unos años?
Espero que trabajando con la misma intensidad en estos proyectos de los que formo parte. Viajando para conocer y compartir esta música que nos representa. Mi sueño es ese, viajar de la mano de la música, poder llevar por el mundo esto que tenemos para mostrar, que es fruto de mucho trabajo personal y grupal.