Producto de una sorpresiva falla cardíaca, en las últimas horas falleció Walter Britos, experiodista deportivo de El Diario y un apasionado de la enseñanza del fútbol. Tenía 59 años.
Producto de una sorpresiva falla cardíaca, en las últimas horas falleció Walter Britos, experiodista deportivo de El Diario y un apasionado de la enseñanza del fútbol. Tenía 59 años.
Oriundo de Luján, Walter pasó buena parte de su vida en Presidente Derqui. Desde aquella localidad llegó a la redacción de El Diario a principios de los 2000, donde permaneció durante casi 15 años cubriendo todo tipo de deportes, en especial el fútbol infantil y el básquet. Grabador en mano, realizó infinidad de coberturas y entrevistas.
Además, tuvo la intuición necesaria y se convirtió en el "descubridor periodístico" de Daiana Ocampo desde sus inicios. En la actualidad es una multicampeona del atletismo y Britos se adjudicaba con orgullo el haber sido uno de los primeros que le dio cobertura.
Hincha de Flandria, era un enamorado del fútbol, que había jugado en su juventud. Ya retirado se dedicó a la dirección técnica e incluso hasta al arbitraje en algunos torneos intercountries, pero lo apasionaba la enseñanza, en especial a los más chicos.
Así, cientos de nenes y nenas compartieron con él una canchita, una pelota y dos arcos. En los últimos años se había desempeñado, entre otros lugares, en las filiales locales de River y de Arsenal de Sarandí, así como en la escuela de fútbol infantil del predio de los Ferroviarios, junto a la estación Pilar del FF.CC. San Martín.
Tras dejar el periodismo también se había mudado de Derqui, radicándose en la zona de Matheu. Sin embargo, no interrumpió su actividad como DT y maestro en Pilar.
El querido Cabezón Britos dejó un tendal de anécdotas, apodos y dichos que serán siempre evocados (y repetidos) por aquellos que tuvieron la suerte de conocerlo. Enamorado de sus nietas, egresado con diploma de honor de la universidad de la calle, sin dudas será recordado -siempre con una sonrisa- como lo que fue: un buen tipo.
Sus restos fueron velados en la sala municipal de la Cooperativa Eléctrica de Luján y sepultado en el cementerio de esa ciudad.