El automovilismo de Pilar perdía su último bastión en el inicio de la temporada 2001 cuando una denuncia por ruidos molestos de un barrio cerrado generó el cierre preventivo del Circuito Silvio Zunino.
El automovilismo de Pilar perdía su último bastión en el inicio de la temporada 2001 cuando una denuncia por ruidos molestos de un barrio cerrado generó el cierre preventivo del Circuito Silvio Zunino.
El trazado que se encontraba sobre la Ruta 25 camino a Moreno, finalmente terminaría sin volver a abrir sus puertas y ya pasaron 20 años sin motores encendidos en la ciudad que había sido un ícono de las categorías zonales.
La historia se había iniciado con el Círculo de Amigos del Automovilismo Deportivo de Pilar realizando carreras alrededor de la plaza 12 de Octubre en 1963. Luego la pasión se trasladó al barrio Carabassa, pasó por la ruta 234 frente a Golfer’s y finalmente intentó afianzarse en el Zunino, hasta que la Justicia le apagó el semáforo a la denominada “Capital del Fiat 600”.
“En el momento que se cerró el circuito no se tuvo el apoyo del Municipio. Los barrios cerrados recibieron la habilitación para construir a pesar que ya estaba el circuito. Cuando nos mandaron a juicio, en el juzgado no se dio cabida a nuestros motivos: que promocionaba a Pilar, que era genuino. Prevalecieron los intereses de los countries: ‘A los caballos les molestaba’”, recordó Marta Zunino, hija de Silvio, en charla con El Diario.
“Se perdió ese circuito y se perdió la gente que tenía ganas de trabajar, porque era un esfuerzo muy grande mantenerlo”, señaló Juan Ángel Ferretty, varias veces campeón en la categoría zonal ALMA e hijo de Juan Francisco, quien era en ese entonces el presidente de Círculo de Automovilismo Deportivo de Pilar.
“Mi viejo se la pasaba allá. Especialmente en la obra de consolidación del piso, que era una obra constante”, remarcó. “El circuito de tierra tenía muchos días previos de nivelación. Había mucho trabajo. Había muchos colaboradores ad honorem. Nos ha tocado a mí, a mi hermano. Mucha gente que lo hacía por amor al club. Era todo muy de club”, resalta Juan Ángel.
“Fue doloroso para la familia, pero no solo porque llevaba el nombre de mi papá. La familia lo padeció porque se luchó mucho por tener un circuito en Pilar”, señaló Marta sobre el final del trazado.
“Mi papá empezó en el año 63 con las carreras en la vuelta de la plaza de karting”. Fue doloroso más que nada por la manera como se dio. De contar con apoyo de mucha gente del Municipio, siempre desde lo verbal, de buenas a primeras se tuvo que cerrar. Fue bastante ingrato”, apuntó Ferretty.
Nuevo circuito
Consultados sobre la posibilidad de pensar en un nuevo circuito en Pilar, ambos fueron contundentes. “No creo que haya siquiera terrenos para encarar una obra faraónica, como se ha proyectado en otras ciudades. Destinar 20 hectáreas para un circuito hoy es imposible”, afirmó Juan Ángel. “El crecimiento demográfico fue explosivo, de buenas a primeras empezaron a valer fortunas las cosas y los campos también”, concluyó Ferretty.
“Durante los primeros años se intentó buscar otros campos, cercanos al Parque Industrial, pero nunca se consiguió un terreno grande donde se pudiera volver a hacer. Más allá que los costos ya eran muy altos para volver a construirlo”, detalló Marta.
“Hoy, ya habría que pensar en hacer algo pavimentado. Tampoco se está dando en Pilar el espíritu de gente que quiera un circuito local”, completó.
El boom
En sus años de gloria, el automovilismo de Pilar llegaba a convocar 10 mil personas en un fin de semana. “Traía turismo y mucha plata para los comerciantes de la zona. Todos venían con la familia”, destaca Zunino.
Kartódromo, un plan para el futuro
Para Marta Zunino, una de las alternativas que tiene Pilar para recuperar su pasión por el automovilismo sería generar un kartódromo municipal. Allí podría ser la escuela para que las próximas generaciones de pilotos hagan sus primeras armas y también un camino de educación vial.
“Con un trazado de mil metros alcanza y un chico ahí puede aprender responsablemente”, aseguró Marta.
Además, destacó que los kartings fueron el lugar donde Matías Rossi, por ejemplo, empezó a crear su carrera profesional.
“Manejando un karting hasta se evitaría que corran picadas”, agregó.
“Cuando un chico aprende con gente adecuada para educarlo, puede disfrutar la adrenalina, ordenarse, alimentarse bien. Son muchos los beneficios”, asegura.