Javier Barbis no solo cumplió su desafío personal sino principalmente solidario. El ultramaratonista local completó este domingo los 60 kilómetros uniendo Pilar con el obelisco de Buenos Aires y así concretó la buena causa de ayudar al merendero “Hijos del Corazón”, de Derqui.
“Correr desde Pilar al obelisco para que mucha gente conozca la historia de Norma Ramos y la ayude, fue lo más importante”, resaltó, y agregó: “Siempre recordareì el 8 de noviembre como ese día en el que un propósito puede alcanzarse. A veces, las locuras son un plan que hay que concretar.”
“Después de tanto correr tenés una sensación de alivio. Al mismo tiempo se te viene a la cabeza todo lo que pasás para llegar ahí. Esto que hicimos le puede cambiar la vida a muchos chiquitos”, expresó en diálogo con El Diario.
La travesía comenzó el domingo a las 4.40, partiendo desde el monumento del Tratado del Pilar (Tratado del Pilar y Estanislao López) y llegó al obelisco completando el trayecto en casi 6 horas (5h58’59”). De esta manera, la empresa Food SA donó 60 kilos de leche en polvo y Terepin 600 paquetes de galletitas, que debían cumplir si la travesía se concretaba. Además de los alimentos también recibieron zapatillas para los chicos de la Agrupación Atlética Norma Ramos.
Durante la travesía, Javier tuvo la compañía de Ramos, la ultramaratonista Laura Gusso y Juan Acevedo, campeón nacional de marcha.
“Fue muy importante la tarea de los ‘pacemaker’ (atleta que marca el paso) porque me ayudaron a mantener el ritmo. Los relevos asistieron en todo momento. Hubo 30 personas involucradas en el desafío”, detalló.
No fue una tarea sencilla para el atleta de 50 años completar el recorrido. “Por el kilómetro 30 me empezaron a doler un poco las piernas. Y por el (shopping) Dot me sentía pésimo. Paré un minuto en el kilómetro 45 para cambiarme la remera y después que mis colegas me arengaron tomé confianza y salí renovado para completar lo que faltaba”, contó sobre la carrera.
Barbis cruzó la meta bañado en aplausos y llantos de alegría, y fundido en un abrazo eterno con Ramos, se dio satisfecho de haber completado la travesía por una buena causa.
“Había mucha gente, muchos amigos de la vida. Estaba mi familia, quedas inmovilizado y no podés hablar. Se dieron todas esas sensaciones juntas”, describió su sensación de haber completado el desafío.