Matías Rossi hizo todo lo que estuvo a su alcance para romper la monotonía pero terminó con sabor a poco tras su paso por Santa Fe. En una carrera lineal y con poco margen para la improvisación, el piloto de Del Viso avanzó desde el 14º al 7º puesto en el callejero y protagonizó las acciones más destacadas que entregó la 8ª fecha del Súper TC2000.
Limitados por las características del circuito, fueron pocos los pilotos que arriesgaron más allá de los límites y se brindaron al espectáculo con maniobras de sobrepasos, roces, bloqueadas y demás condimentos que hacen a la esencia del automovilismo.
Uno de ellos fue Matías Milla, el vecino de La Lonja, quien se llevó todas las miradas en la carrera nocturna pero no pudo completar la final diurna y desertó en la 3ª vuelta. El otro fue el Misil.
Con el Toyota Corolla Nº7, Rossi trabajó con maniobras ajustadas y se abrió paso en una fila india que, por momentos, parecía herméticamente sellada en los puestos de vanguardia. Incluso se lució al evitar un trompo que pudo ocasionar el abandono.
"Fue una linda carrera. La disfruté más que el sábado por las posibilidades de pelear y avanzar. Me pasaron, pasé, toqué y me tocaron. Hubo de todo un poco. Tuve un buen avance, con (Facundo) Chapur fue un toque con suerte”, repasó el delvisense, que marcó el récord de vuelta, ratificando que tenía potencial para aspirar al podio.
Por eso y porque sus principales rivales en el torneo sumaron fuerte, es que Rossi lamentó el balance que arrojó Santa Fe. "La verdad que nos vamos con sabor a poco en función a lo rápido que pudimos andar. Nos complicamos y no lo pudimos aprovechar. Lo importante es que anduvimos rápido. Ahora a pensar en La Pampa, un circuito totalmente distinto a éste”, adelantó el Misil.
Agustín Canapino (Chevrolet Cruze) ganó las dos finales en el callejero y se anotó como principal candidato al título. Rossi quedó a 70,5 puntos de la punta del campeonato.