Yamil Peralta volvió a casa y tuvo un recibimiento a lo grande. Autobomba y homenaje en el Club Unión de Del Viso, tras su segundo juego olímpico en Río 2016.
"Estuve algo nervioso, con un poco de vergüenza. No volvimos con el resultado que fuimos a buscar. Pero en Del Viso siempre me tiran buena onda, eso me pone contento”, confesó el púgil en su ciudad.
"Estoy muy agradecido por la gente, los bomberos, a todos”, agregó el deportista, que consiguió otro diploma, como en Londres 2012.
"Hay cosas que uno piensa ahora, que no pensaba antes de viajar o pasar las cosas que pasé en Londres y Río. En otro momento me hubiera encerrado en mi casa”, reconoció su crecimiento personal sobre los resultados.
"Pero esto es deporte, se gana y se pierde. Lo importante es que a mi país lo tengo arriba. Cada vez que digo ‘¡Aguante Argentina!’ se me infla el pecho y se me va a seguir inflando”, subrayó Yamil.
"Fue difícil el regreso por las expectativas de uno. Pero la familia siempre está conteniendo, muchos de mis amigos fueron a verme. Hay que seguir para adelante. El argentino es así, se cae y se levanta. Hay que seguir con buena onda para adelante”, destacó.
"Duele porque fue un Juego Olímpico, aunque los pesos pesados están en mejor momento en los 25 años. Me siento muy bien para pelear contra el que venga”, aclaró sobre su futuro inmediato.
Igualmente, no dio precisiones sobre sus siguientes pasos en el boxeo. "No tengo ni idea. Todavía no definí nada”, expresó sobre la posibilidad de mantenerse en el equipo argentino que participa en la Asociación Internacional de Boxeo Amateur (AIBA).
Tampoco definió si era tiempo de pensar en el profesionalismo. "Ojalá que lo que haga sea lo mejor. Si me hago profesional voy a ir a buscar el título de campeón del mundo. Que toque cuando tenga que tocar”, subrayó.
Lo que tiene claro es que se mantendrá en la categoría Crucero (Hasta 91 kilos). "Me cuesta un poco, porque normalmente peso 100 kilos. Pero es el peso que me gusta”, confesó. "Ahora estoy descansando hasta que me llame la Federación”, completó.
Análisis
Consultado por su actuación en Río, Yamil contó que no pesó la ansiedad. "Me sentí a gusto, bien para las dos peleas. Lo manejamos bastante bien”, señaló.
"El día de la pelea, desde el día anterior que hay que dar el peso, te empezás a poner loco. Empiezan a correr los nervios. Desayuné bien, descansé lo más que pude, volví a comer y a dormir. Las dos peleas las hice igual”, aseguró.
De su oponente David Graff, al que venció, describió: "Sabía que pegaba fuerte. Sabía que tenía que hacer una pelea sucia, enredarla. No dejarle los brazos libres para que me enganche alguna mano fuerte.”
Mientras que de la derrota en cuartos frente al cubano Savón, analizó: "Lo que pensamos fue dejarlo venir. Es un boxeador que ataca, para trabajarlo de contraataque. El primer round, para mi técnico, lo ganamos nosotros. Pero fue fallo unánime. Le tocó ganar a él.”
"A los entrenadores les gustó mi plan de pelea, a mí también. Siempre hay bocas que hablan de más. Yo estoy contento con lo que hicimos, con los entrenadores y mi pelea”, sentenció, sabiendo de las críticas que cayeron sobre su actuación en ese combate decisivo.
-¿Qué te faltó para conseguir otro resultado?
- Nada. Le tocó a él. Fue su noche y no la mía. Me sentí bien.
Entrenadores
"Uno siempre necesita de la experiencia de boxeadores que pasaron por esto. Saben lo que es estar arriba de un ring, sufrir, pasar hambre. Hay que estar en ese lugar para opinar. Ojalá que haya boxeadores que se hagan entrenadores, porque uno necesita los consejos de gente que la sufrió”, definió Peralta, sobre lo que buscaría en un entrenador.
"Mi familia está contenta, mis entrenadores están contentos. Mis amigos se pusieron contentos. Esas cosas no se compran con nada. A seguir para adelante.”
Yamil Peralta.
