El lugar es ideal para pasar el día, hacer un picnic y recorrer senderos cortos, por lo que para quienes se encuentran cerca de la zona es un plan que no exige demasiada anticipación: con definirlo durante la mañana del mismo día, dependiendo de cómo esté el tiempo meteorológico, podría ser suficiente.
Este parque nacional es ideal para descubrir la diversidad del Delta, hacer un picnic y caminar por sus senderos. También es un buen lugar para observar aves y ver el ciervo de los pantanos, el más grande de Sudamérica.
Con menos de 10 años de existencia -su creación datos del año 2018, esta área natural protegida es una de las más destacadas en el territorio bonaerense. El ingreso al Parque es gratuito y se puede visitar durante todo el año, solo hay que tener en cuenta que los días de lluvia algunas áreas podrían permanecer cerradas.
Una curiosidad, en la web del Parque Nacional existe un compilado poético de un herbario. Cada especie de árbol nativo que se protege en este Parque Nacional cuenta con un “audiopoema y una pieza sonora” para complementar la experiencia en el momento de recorrer el área protegida.
EL CIERVO DE LOS PANTANOS, MAYOR CÉRVIDO SUDAMERICANO
Como su nombre lo indica, este parque protege a esta especie de ciervo y todo el ecosistema que hace posible su supervivencia.
El animal se caracteriza por tener patas largas y delgadas adaptadas al andar en suelos pantanosos. Es notorio el color negro de la mitad inferior de sus patas. Es solitario, pero también se lo puede ver en pareja o en grupos pequeños.
En el Delta del Paraná se encuentra la población más austral de esta especie. Los ciervos comparten el paisaje con aves semilleras, cuises y el hurón común que va construyendo una red de túneles entre los pastos.
¿QUÉ HACER EN EL PARQUE NACIONAL CIERVO DE LOS PANTANOS?
La ficha técnica dice que el Parque Nacional Ciervo de los Pantanos abarca un total de casi 5300 hectáreas, donde habitan 298 especies de aves, 44 de mamíferos, 17 de reptiles, 24 de anfibios, 46 de peces y 293 especies de plantas nativas. Pero, además, en este sitio se conservan ambientes representativos de tres de las 18 ecorregiones de la Argentina: Delta e Islas del Paraná, Pampa y Espinal. Aquí todavía se pueden ver pastizales de la pampa ondulada, en sus terrenos más altos, que desembocan en una barranca natural con bosques naturales de talas, saucos, ombúes y espinillos.
Este Parque se originó sobre la base de la Reserva Natural Otamendi, creada en 1990 como área semiprotegida y de importancia para la vida silvestre. Con el paso del tiempo logró consolidarse como un amplio espacio natural que cuenta con el reconocimiento como Sitio Ramsar (esto es humedal designado como de importancia internacional bajo el Convenio de Ramsar) y AICA (Área Importante para la Conservación de las Aves).
Ubicado en el encuentro de las ecorregiones Pampeana y de Delta e Islas del Paraná, el Parque conserva, en sus terrenos más altos, pastizales de la pampa ondulada. En cuanto a fauna nativa, en las lagunas que se encuentran en el interior de este Parque Nacional se dan cita también varias especies de patos, gallaretas, chorlos y playeros y, en sus cercanías, el federal, el pecho amarillo común y el gavilán planeador.
Gracias a la preservación de su ecosistema, en lo que respeta a experiencias dentro del Parque Nacional Ciervo de los Pantanos, este sitio es un muy buen lugar para observar aves y ver al ciervo de los pantanos: un bello animal de patas largas y delgadas adaptadas al andar en suelos pantanosos. Un animal solitario, difícil de ver, aunque, gracias a la reconstrucción de su hábitat, algunos visitantes tuvieron la inmensa fortuna de divisarlo desde los miradores.
Asimismo, los visitantes también pueden disfrutar de la propuesta de senderismo: además de las iniciativas recreativas de observación de fauna, este lugar ofrece la posibilidad de realizar cuatro senderos diferentes. Se trata de caminos auto guiados y acompañados de una guía que han sido bautizados como “Recuperando lo Nuestro”, “Historias del pastizal”, “Guardianes de la Barranca” y “Laguna Grande”. Son de baja dificultad y representan una verdadera oportunidad para contemplar cómo fue, en tiempos pretéritos, esta zona de la provincia de Buenos Aires. Dos senderos se despliegan entre bosquecitos apacibles y silenciosos para terminar en dos miradores donde es posible contemplar los bajos inundables: un extenso humedal, el sitio clave del parque.
También es posible visitar el Vivero de Árboles Autóctonos, un área dedicada al proceso de desarrollo y cultivo de diferentes especies de árboles nativos como talas, ceibos y ombúes.
Para quienes visitan este atractivo natural en vehículo propio, pueden llegar hasta el río Paraná de las Palmas, concebido como el más meridional de los grandes brazos en que se divide el río Paraná en el tramo final de su Delta.
Este último también es un circuito que se puede hacer caminando una vez dentro del Parque: siguiendo el sendero público Islas Malvinas, se puede acceder al embarcadero del Paraná de las Palmas. Una vez en el río, se puede disfrutar de las vistas o tomar una balsa que cruza al otro lado donde hay campings y recreos para pasar el día.
CÓMO LLEGAR AL PARQUE NACIONAL DE LOS PANTANOS EN AUTO
Desde Pilar, por Ruta Nacional 9 (Panamericana) hasta la localidad de Rómulo Otamendi (entre Escobar y Campana, a la altura del km 67,5). Luego de recorrer 2 km por la calle principal, se alcanza a vislumbrar la entrada del Parque.
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¡LO SABÍAS?
¡VISITÁ EL PARQUE NACIONAL DE LOS PANTANOS!