Este 28 de octubre, judokas de todo el mundo celebran el Día Mundial del Judo, una fecha establecida en 2011 para conmemorar el nacimiento de Jigoro Kano, creador de este arte marcial. Más que un deporte, el judo, que significa “camino de la suavidad” en japonés, es una filosofía de vida que fomenta el desarrollo físico, mental y emocional.
Esta disciplina se creó en 1882 y comenzó a ser considerada como deporte olímpico a partir de 1964 en Tokio. Su práctica se enfoca en enseñar valores como el coraje, la sinceridad, la cortesía y el control de uno mismo, valores fundamentales en la cultura del judo.
El arte marcial de Kano fue perfeccionado por Kyuzo Mifune, quien dio forma a las técnicas modernas que hoy se enseñan en dojos de todo el mundo. Cada técnica y combate es una oportunidad para que los judokas vivan los principios de la cortesía, el honor, la lealtad y la gratitud, interiorizando la esencia de esta disciplina.
El Judo se basa en la filosofía personal de Kan de Seiryoku-Zenyo y Jita-Kyoei. La primera se refiere al uso eficiente de la energía física y mental, mientras que la segunda se traduce como bienestar y beneficio mutuo o prosperidad mutua.
Jigoro Kano, el Padre Del Judo. (personajeshistoricos.com).
Jigoro Kano, el Padre Del Judo. (personajeshistoricos.com).
CUÁLES SON LOS VALORES QUE FOMENTA EL JUDO
Al igual que otras disciplinas orientales, el judo está completamente ligado a la vida misma ya que además de trabajar el cuerpo, busca hacerlo en la mente y el alma.
Por eso, el judo cuenta con su propio código moral para que los judocas mejoren sus vidas de forma integral:
- Coraje: sobreponerse al miedo en busca de lo que es más justo.
- Modestia: dejar el orgullo de lado.
- Sinceridad: elegir decir la verdad, sin importar las circunstancias.
- Honor:fidelidad en cada una de las palabras y acciones.
- Cortesía:respeto a los demás en todo momento, sin importar si es el oponente.
- Respeto: todo debe comenzar con uno mismo, con el propio cuerpo y mente.
- Control de sí mismo: desarrollar la inteligencia emocional y el autocontrol.
- Lealtad: estar siempre para los demás.
- Amistad: confraternizar con el resto de forma pura.
- Gratitud: agradecer por todo lo recibido.
Paula Pareto con su medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016. (AP).
Paula Pareto con su medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016. (AP).
PAULA PARETO: EL LEGADO QUE DEJA LA LEYENDA ARGENTINA DEL JUDO
Paula Belén Pareto nació en San Fernando, provincia de Buenos Aires. La judoca, que se ganó el apodo cariñoso de “La Peque”, es un símbolo de ese deporte en nuestro país y ayudó a que muchos argentinos lo conocieran y empezaran a seguirlo. En su carrera, entre otras cosas, logró una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y fue la primera mujer argentina campeona olímpica. Antes había conquistado una de bronce en los Juegos de Beijing 2008 en su categoría, menos de 48 kilos.
Además, Pareto ostenta ocho medallas de oro en competiciones nacionales e internacionales, con su mayor racha de triunfos en los Campeonatos Panamericanos entre 2017 y 2020. Su impresionante trayectoria también incluye un título mundial en Astaná en 2015.
Se retiró después de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, cuando fue elegida por el Comité Olímpico Internacional para llevar la bandera olímpica. Ya con su título de médica bajo el brazo y muchos proyectos de trabajo, tanto en la traumatología como en el judo, después de esa competencia volvió a trabajar en el Hospital de San Isidro.
A ella le cabe a la perfección el concepto de empoderamiento: independiente, ambiciosa, versátil en cada actividad que asume. Disciplinada y segura de sí. Ya quedó en el Olimpo del deporte y en el orgullo argentino.
¿LO SABÍAS?
¡FELIZ DÍA DEL JUDO!