Pasan los meses, los días y los inconvenientes estructurales en Boca no tienen solución. En estos últimos años ha cambiado muy rápido de entrenadores. Solo hay que ver los registros de la era Riquelme dirigente y veremos a Russo, Battaglia y el negro Ibarra como los últimos técnicos.
Fue una apuesta del Consejo convocar a entrenadores jóvenes y sin experiencia que hayan pasado por el club como jugadores exitosos.
Sebastián Battaglia y el negro Ibarra supieron conseguir títulos locales, lo que les faltó es identidad en sus equipos. Nunca la tuvieron a pesar de las copas ganadas.
Este momento de incertidumbre viene hace rato. Boca necesita un técnico de jerarquía, con espalda y mucha trayectoria. A finales del 2022 se habló de Ricardo Gareca como posibilidad, era una apuesta interesante. Todo se desmoronó por el pasado del Tigre. Ahí Boca tenia una gran posibilidad para dar un cambio de rumbo.
Ante la salida de Ibarra, el nombre de Gerardo Martino tomó fuerza y muchos ya lo daban como nuevo entrenador. Comenzaron las charlas y el final salió a la luz este día jueves. Tata dijo que NO.
Boca se encuentra en una encrucijada grande. Hoy a días del comienzo de la Copa Libertadores de América, Boca no tiene técnico, un problema enorme.
Los dirigentes demoraron en tomar la decisión de sacar a Ibarra, y hoy todo es mas complejo. Con la Copa a la vista, el torneo local y las elecciones que se vienen en el club hoy todo es un interrogante.