Iniciativa

Nuevo paso para la beatificación y canonización del Negro Manuel

Fue el custodio de la primera imagen de la Virgen de Luján. Desde la Santa Sede se aprobó la validez jurídica de la documentación presentada.

17 de octubre de 2025 - 17:37

Un nuevo paso adelante para la causa de beatificación y canonización del Negro Manuel, fiel custodio de la primera imagen de la Virgen de Luján: el Dicasterio para las Causas de los Santos aprobó la validez jurídica de toda la documentación presentada.

La aprobación por parte del organismo del Vaticano significa que lo realizado en la fase diocesana recibió el visto bueno desde la Santa Sede, por lo que se seguirá adelante con la iniciativa.

“Nuevamente agradecemos la generosa tarea de nuestra curia arquidiocesana, así como a los participantes del proceso, especialmente al padre Guillermo Durán y a Geraldine Mackintosh”, fue la expresión desde la Iglesia al comunicar la novedad.

“Todos sabemos que la figura del Negro Manuel es muy significativa en el acontecimiento mariano de Luján. Que él nos haya dicho ‘soy de la Virgen, nomás’ es un testimonio fundante de algo que nosotros estamos viviendo y cosechando con tantos frutos en una religiosidad simple, sencilla y tan profunda”, se destacó desde AICA, agencia informativa de la Iglesia Católica en nuestro país.

Por ello, se invitó a los fieles a rezar por los siguientes pasos de la causa, que incluyen este signo “tan lindo para la Iglesia que peregrina en Mercedes-Luján y en toda la Argentina”.

El Negro Manuel, fiel guardián

Oriundo de Cabo Verde, Manuel tenía apenas 8 años cuando fue sacado de su tierra natal y vendido como esclavo en Brasil.

En 1630, por encargo de un poderoso vecino de Córdoba de Tucumán (Antonio Farías de Sáa) arribaron desde Brasil al puerto de Buenos Aires dos imágenes de María que debían ser entregadas en su hacienda de Sumampa.

La carreta, que también transportaba mercaderías y africanos que iban a ser vendidos en Potosí, hizo noche en la estancia de los Rosendo, ubicada a orillas del Río Luján, en la actual Zelaya.

Aquella finca era propiedad de Bernabé González Filiano (dedicado al tráfico de esclavos y propietario de Manuel) y de su mujer Francisca Trigueros, viuda de Rosendo.

La historia es conocida: al día siguiente, cuando el carruaje debía continuar su camino hacia Santiago, ocurrió lo que se conoce como el primer milagro de la Virgen de Luján cuando los bueyes no quisieron avanzar con la imagen.

El hecho fue interpretado como el deseo de María, luego conocida como “Nuestra Señora de la Concepción del Río Luján” de quedarse en estas tierras y fue Manuel el servidor asignado para cuidarla.

Manuel vivía en la ermita construida para la Virgen y empleaba su tiempo no sólo en mantener limpio al espacio, sino en fabricar velas para que siempre estuviera iluminado.

Tras permanecer 40 años en Zelaya, la imagen fue adquirida por Doña Ana de Matos, quien le ofreció al padre Oramás trasladarla a su hacienda ubicada del otro lado del Río Luján a cambio de 200 pesos.

El esclavo –ante la negativa del dueño de la estancia de desprenderse de él- se presentó ante la Justicia argumentando que “no tenía otro amo a quien servir que la Virgen Santísima”. La sentencia fue a su favor, aunque Doña Ana tuvo que pagar para lograr su liberación.

El Negro Manuel falleció en 1688. Su cuerpo fue enterrado detrás del altar mayor del Santuario construido por Ana de Matos para venerar a la Virgen, donde se encuentra la Basílica actual.

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