Con sus 297 hectáreas protegidas de ecosistema pampeano, su centenar de plantas nativas, sus más de 200 especies de aves, 15 de mamíferos y 10 de reptiles, la Reserva Natural de Pilar cumple 22 años.
El espacio verde cuenta con casi 300 hectáreas protegidas de ecosistema pampeano. "En un contexto complejo como el que nos toca vivir, la Reserva Natural celebra, recuerda y mantiene encendida la esperanza", expresaron.
Con sus 297 hectáreas protegidas de ecosistema pampeano, su centenar de plantas nativas, sus más de 200 especies de aves, 15 de mamíferos y 10 de reptiles, la Reserva Natural de Pilar cumple 22 años.
Ubicada a 3 kilómetros del centro de Pilar, detrás de la ex fábrica militar (sobre la calle Manuel Algerich al 10), se trata de un espacio verde de características únicas en Pilar.
A propósito de su aniversario, sus responsables compartieron una reflexión en la que agradecieron el apoyo de toda la comunidad:
"Alguien dijo que…los aniversarios son la oportunidad de celebrar las alegrías de hoy, recordar las memorias de ayer y mantener vivas las esperanzas de mañana.
En un contexto complejo como el que nos toca vivir, la Reserva Natural Municipal del Pilar cumple 22 años con vos: celebra, recuerda y mantiene encendida la esperanza.
Desde este rincón del mundo queremos festejar los sueños cumplidos y los proyectos que aún nos inspiran, sabiendo que este espacio es un testimonio vivo de la importancia de la educación ambiental y del cuidado de la naturaleza, de la cual los seres humanos también somos parte.
Esto es posible gracias al apoyo de las autoridades, al trabajo de guardaparques y viveristas, a la perseverancia de los voluntarios, al acompañamiento de ONGs amigas e instituciones educativas… y, sobre todo, porque los pilarenses saben que esta Reserva les pertenece.
¡Celebremos la magia de nuestra Reserva y sigamos protegiéndola!"
Recorridos
Con sus caminos de madera, su flora y su fauna; con sus colores y perfumes de la llanura pampeana, la reserva es uno de los sitios imperdibles del distrito. Conformada por humedales –desde pastizales inundados pocas veces al año hasta lagunas permanentes- el espacio funciona como una suerte de aula a cielo abierto para crear conciencia ambiental.
Para su recorrido, el gran predio natural que en este 2020 cumplió 17 años, ofrece a sus visitantes distintos senderos. El más extenso, que puede ser recorrido por 20 personas en simultáneo, es conocido como “Arboletum”. El camino se desarrolla entre una gran variedad de árboles nativos, donde abundan las mariposas y donde conviven familias de lagartos.
A su vez, el “Sendero de las tortugas” se extiende por 1.500 metros sobre la costa del Río Luján. En tanto que el recorrido del pastizal, uno de los ecosistemas más dañados en nuestro país, es ideal para el avistaje de aves autóctonas como el “Pico de plata”.
Los recorridos posibles se completan con el “Bosque de talas”, árbol emblema de la Provincia de Buenos Aires y el “Bosque en galería y humedales”, característico por la presencia de mariposas, insectos y aves como el “Ataja caminos”, cuyo plumaje mimético dificulta su reconocimiento, levantando vuelo recién cuando la cercanía con los transeúntes es inminente.