Obras monumentales en el medio de la nada. Moles de hormigón en plena pampa. Un legado en Pilar que resultó inconcluso y reemplazado. Un aluvión que duró un puñado de años y luego el ostracismo, de la majestuosidad a obras menores. Todo tiene un denominador común: Francisco Salamone.
Entre 1936 y 1939 hizo las obras monumentales en la provincia de Buenos Aires que lo harían famoso pos mortem. Sin embargo, luego se dedicó a trabajos menores hasta su muerte, el 8 de agosto de 1959. Su figura está envuelta en más misterios que certezas ¿Por qué duró tan poco su período prolífico? ¿Su genialidad era propia o era la cabeza de un equipo?
Días atrás se cumplió un nuevo aniversario del nacimiento del arquitecto, ocurrido el 5 de junio de 1897 en Leonforte, Italia. Tenía apenas 6 años cuando emigró con su familia a nuestro país.
El periodista Marcelo Metayer, de la agencia DIB, reconstruyó algunos datos y testimonios sobre Salamone, quien en Pilar realizó la antigua fachada del cementerio y la delegación de Escobar(en ese momento localidad pilarense).
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El diario El Argentino de La Plata anuncia la licitación de las obras de Francisco Salamone en Pilar (1938).
Foto: Mondo Salamone.
“Se sabe que no era ese genio aislado que realizó todas las obras en Buenos Aires solo, saltando de pueblo en pueblo en su avión. En realidad era la cabeza de un estudio, algo más parecido a un director de cine que a un loco solitario”, expresó el cronista.
Su nombre permaneció en el olvido hasta bien entrada la década de 1990, cuando empezó su redescubrimiento, plasmado en trabajos como “Ruta Salamone” y “Mondo Salamone”, de Ezequiel Hilbert.
En 2018 sorprendió la aparición de un excolaborador, Corradino Tenaglia, que cuando conoció a Salamone se había recibido de “maestro mayor de obras y estaba estudiando arquitectura”.
El hombre –fallecido en 2020- contó que en la sala de espera de su oficina nunca faltaban el queso cheddar ni el whisky, definiendo a Salamone como “muy campechano, pero uno sabía que había que tener cuidado porque su personalidad era fuerte. Estaba acostumbrado a dominar cantidades de gente para poder hacer esas obras”.
Gloria y ocaso
Apenas un lustro duró el período de gloria de Francisco Salamone, suficiente para dejar su huella en municipios como Alberti, Tornquist, Rauch, Lobería, Laprida y Azul, entre otros, incluyendo a Pilar.
Sobre esto, Metayer indicó que “cuando Salamone termina sus obras monumentales en la provincia de Buenos Aires, en 1939, comienza una decadencia de 20 años hasta su muerte en la que realiza trabajos muy menores, además de pavimentación ¿Por qué no volvió a esas maravillas?”.
Esa pregunta, como tantas otras sobre el ítalo-argentino, siguen sin respuesta.
En su investigación, Metayer consideró que el más profundo investigador de la vida y obra del ingeniero es el arquitecto platense René Longoni, quien a su vez indica que “todo lo que está alrededor de Salamone no tiene la suficiente documentación como para que haya historia, entonces más bien lo que hay son historietas y mitos”.
Sobre esto, agrega: “Es posible que este mito se haya mantenido tanto tiempo por la falta de, yo diría, transparencia en la historia de Salamone, su vida personal, sus relaciones profesionales”, debido a que “muy pocas cosas se han logrado verificar documentalmente”.
Y concluye: “Para mí era un buen arquitecto, un mejor empresario, y personalmente debe haber sido un tipo insoportable. Es que lo que está registrado, realmente, en papel y letra, sus escandalosos conflictos de intereses por obras que perdía o que no le consideraban”.
La huella de Francisco Salamone en Pilar
Parte de este misterio está también relacionado con Pilar: de aquella época sólo se sabe que el 6 de junio de 1938 se licitaron, durante la intendencia de Luis Battaglia, las obras del cementerio local y la delegación de Escobar.
Concluidos los trabajos, el camposanto lució una cruz de grandes dimensiones, que llamativamente fue demolida allá por 1958 en tiempos de Leandro Finochietto al frente del municipio. De esa fachada sólo se conserva el Cristo. Las razones del cambio no salieron a la luz desde ese entonces.
De igual forma, la delegación de Escobar –hoy palacio municipal- no se terminó… Recién en 2019, con la técnica Steel Framing, se completaron los trabajos.
Fuentes: Marcelo Metayer, agencia DIB / archivo El Diario Regional.