Fue una jornada que la cultura argentina guardará por siempre en el recuerdo y un músico “nuestro” estuvo allí para contarlo: a fines de 2014, un grupo de artistas, entre los que se encontraba Claudio Sosa, interpretó la Misa Criolla nada menos que en la Basílica de San Pedro, ante el Papa Francisco.
La elección de la fecha tuvo un significado especial: el 12 de diciembre, día en que se celebra el día de la Virgen de Guadalupe, Patrona de América Latina. Por eso, en el Vaticano se interpretó la histórica obra compuesta por Ariel Ramírez hace ya 60 años y que marcó para siempre al cancionero popular argentino.
“Es una obra monumental para el que la pudo interpretar, es el sonido de Latinoamérica”, expresaba orgulloso Sosa, calificando al momento como "histórico". En la previa, decía a El Diario: “Es una alegría personal, pienso en mi vieja, que ya no está. Salí de Morteros, un pueblito tucumano, y voy a cantarle a un Papa”.
Nacido en Tucumán y sobrino de la mítica Mercedes, Claudio Sosa está radicado en Pilar desde hace décadas, donde maneja el restaurante y recinto cultural La Tucumanita. El músico fue el encargado de interpretar la pieza Navidad Nuestra, con una duración de 15 minutos, momento inolvidable en que fue oído por el Pontífice y todos los presentes, sumando además a la audiencia televisiva de medios de todo el mundo que difundieron el evento.
La obra fue dirigida por Facundo Ramírez, hijo del autor, y quien llevó la voz principal fue la cantante Patricia Sosa. También estuvo presente Jaime Torres, entre otros, junto al coro romano Música Nuova. Fue la mujer la encargada de llevar adelante el clásico Gloria, el segmento más conocido de la Misa Criolla.
Aquella vez, la misa fue concelebrada por 750 sacerdotes, en su mayoría latinoamericanos, más cinco cardenales del continente americano: el mexicano Norberto Rivera Carrera; el brasileño Raymundo Damasceno Assis, el chileno Francisco Errázuriz, el canadiense Marc Ouellet y el estadounidense Sean O’Malley.
También asistieron quien era embajador argentino ante la Santa Sede, Eduardo Valdés; la por ese entonces ministra de Cultura, Teresa Parodi, y el secretario de Culto, Guillermo Oliveri, que viajaron especialmente junto a una importante delegación de artistas.
Un rato antes de la ceremonia religiosa, el Papa Bergoglio recibió a los músicos argentinos. Además, la Misa Criolla se fue intercalando con las oraciones de la ceremonia en español, portugués e inglés.