En una decisión polémica que ya lleva más de seis meses, la empresa Atlántida dejó de entrar a la terminal de ómnibus del centro de Pilar, por lo que el ingreso de los pasajeros a las unidades se realiza en Ruta 8 y Rivadavia, para luego continuar con su recorrido habitual.
En su momento, a través de una escueta comunicación interna dirigida al personal, la empresa Atlántida había anunciado que a partir del 15 de julio de 2022 todos sus internos de las líneas Pilar Express y el servicio común de la línea 57 cambiarían su trayectoria de modo tal que ya no ingresarían a la terminal, tal como lo hicieron históricamente.
Sin embargo, los pasajeros nunca fueron notificados a través de algún canal de comunicación, por lo que se enteraban al ingresar al complejo de la calle Pedro Lagrave y Rivadavia.
Lo llamativo es que en aquel entonces la empresa, en el marco de su decisión unilateral, tampoco dio un aviso formal a la administración de la terminal ni al Municipio.
Además, a falta de una comunicación oficial, se desconocía si se trataba de una medida transitoria, aunque a juzgar por los hechos terminó siendo permanente.
Malestar
Lo cierto es que desde esa fecha los usuarios deben abordar los colectivos en Ruta 8 y Rivadavia como única parada céntrica. El trayecto continúa por Tratado del Pilar para seguir con su recorrido habitual hacia la autopista Panamericana.
El regreso, en tanto, se realiza por la misma vía, siendo la nueva locación la última parada de los colectivos provenientes de la Ciudad de Buenos Aires.
Con el drástico cambio de lugar, el malestar de los usuarios del servicio no se hizo esperar y continúa hasta la actualidad. “Me perjudica ampliamente el cambio de la terminal”, expresó Elena Grynman, ya que en la esquina actual “no puedo transbordar con los ómnibus 291,176 y 203”.
Además, la vecina afirmó que la zona “después de las 20 es peligrosísima. Si sucede algo, nadie se hará responsable”.
Por lo pronto, la situación no parece tener vuelta atrás. Aunque, en estos meses, el Municipio instaló en la esquina de Ruta 8 y Rivadavia refugios con la modalidad “parada segura”.
“No sé quien decidió cambiar la parada del 57 de la terminal a la ruta 8 –agregó Jorge Rey- pero me parece una medida acertada, una línea menos circulando por las calles del centro”, añadiendo que “debería haber más presencia policial, principalmente en horas nocturnas”.
Sobre posibles reclamos o trámites para que el 57 vuelva a tener un recorrido más amigable para los pilarenses, el pedido se hace más cuesta arriba al no tratarse de una línea comunal (las que comienzan con 500).
El resto no entra en la órbita del Concejo Deliberante, organismo encargado de aprobar los trayectos de las líneas locales, por lo que la pelea debería darse en el Ministerio de Transporte o la Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT).