Aniversario

Del brillo a las cenizas: a 20 años del incendio del Pellegrini

El 7 de enero de 2003 ardió el pabellón central. Las pérdidas fueron invaluables. Aún se desconocen las causas del siniestro.

Por Redacción Pilar a Diario 7 de enero de 2023 - 08:21

Hace ya 20 años, el Instituto Carlos Pellegrini recibió uno de los golpes más duros que debió soportar en su historia centenaria: el incendio que destruyó por completo la planta alta del pabellón central, cuyos efectos aún perduran.El fuego comenzó cerca de las 0.30, en el ala derecha del pabellón central, justo donde estaba emplazada su valiosísima biblioteca, además de un laboratorio antiguo. Desde allí, el siniestro se extendió hacia el resto de la planta afectando a las aulas, la guardilla y la torre que divide a la construcción en forma simétrica.

Si bien los bomberos llegaron a los pocos minutos, a su arribo las membranas, la brea y las vigas de madera hicieron dificultoso su trabajo, haciendo además que las llamas se extendieran con mayor rapidez. Por esto, en pocos minutos se desmoronó el techo, arrasando con todo lo que había en el interior de los cuartos.

Cabe recordar que, por aquellos años, en el Pellegrini funcionaba la coordinación del Programa de Pequeños Hogares y Amas Externas de zona norte. Además, se dictaban varios cursos y talleres destinados a la comunidad; y el primer año de la carrera de Administración de Empresas de la Universidad de Luján.

Además, apenas diez días antes del siniestro la Fundación Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ, a cargo del Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel), había sellado un convenio para restablecer el funcionamiento de talleres destinados a adolescentes de la zona que estuvieran bajo riesgo social.

Pérdidas

Además de las quince dotaciones locales que llegaron, se debió pedir colaboración a bomberos de zonas aledañas como Escobar, San Fernando, Tigre, General Sarmiento y Villa Ballester. Sin embargo, a pesar del esfuerzo de las casi 40 dotaciones que trabajaron durante toda la noche, no se pudo evitar que se perdieran más de 3 mil libros de gran valor histórico, volúmenes que quedaron reducidos a cenizas en cuestión de segundos.

Entre ellos se destacaban la novena edición de la Enciclopedia Británica, publicada en 1877, y Boletines de la Academia Argentina de Letras de 1937. También se quemaron muebles europeos y decenas de documentos.

También se quemaron muebles europeos y decenas de documentos.

Andrés López, encargado del patrimonio, detallaba que en la biblioteca “había una colección de escritores antiguos, otra forrada en cuero de 1890, libros de Carlos Pellegrini firmados por él y ejemplares donados que pertenecieron a la biblioteca personal de Bartolomé Mitre”.

Por su parte, Marisa Temprano de Grandi, la directora del Instituto en ese entonces, comentaba entre sollozos que “la imagen fue dantesca, el techo se prendía como papel, justo ahora que estaban reciclando todo, que el sueño era verdad”.

Con el mismo estupor, decenas de exalumnos y vecinos llegaban hasta el lugar, incluso hasta varios días después del consumido el fuego, y no podían evitar llorar al contemplar el desastre.

Las crónicas periodísticas de la época señalaban días más tarde del incendio que “los peritos aún no habían podido determinar cuáles fueron las causas que ocasionaron el incendio.

De a poco, el Pellegrini se puso de pie y fue recobrando vida, aunque su ala central continúa mostrando los signos del paso del fuego.

A 20 años, mientras se persigue el sueño de que el predio aloje a la Universidad Nacional de Pilar, se siguen desconociendo las causas que decantaron en uno de los días más tristes de la historia del Pellegrini y la ciudad en general.

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