El encuentro también se organizó el año pasado y culminó con el izamiento del Pabellón Nacional.
Este domingo se cumplieron 210 años desde que el General San Martín hiciera noche en Pilar, en la denominada posta del arroyo Pinazo, actual localidad de Del Viso, antes de continuar viaje hacia San Lorenzo (Santa Fe) donde disputaría su histórica batalla.
A propósito de tan extraordinario acontecimiento, vecinos de la comunidad de Del Viso que lograron poner en valor el lugar hasta transformarlo en sitio Histórico Sanmartiniano y Reserva Natural Municipal, organizaron un acampe en el lugar evocando lo realizado por el Padre de la Patria y sus soldados.
Acompañado por el buen tiempo que se prolongó durante todo el fin de semana, el encuentro contó con el apoyo y la presencia de la Unidad Nacional de Granaderos y con la presencia de miembros de este regimiento provenientes de todo el país.
"Fue una experiencia única, estar ahí donde acampó el General San Martín junto a los granaderos fue maravilloso y te emocionaba porque estaban ellos ahí contando las historias", expresó Adriana García, periodista, vecina de Del Viso y la principal impulsora de la puesta en valor de la posta.
Unas 60 personas fueron parte de la emotiva reunión que convocó a familias de La Lonja, Pilar y Del Viso y que contó con un fogón, guitarreada, anécdotas y asado compartido realizado por los Granaderos. "Estuvo muy bonito, la niche fue estrellada, una noche ideal", completó la organizadora.
Varios de los asistentes decidieron pasar la noche en el lugar, tal como lo hiciera el Libertador de América, distribuidos en varias carpas. Hubo quienes optaron por pernoctar dentro de sus automóviles y quienes se retiraron a la medianoche para volver al día siguiente.
Ya el 29 de enero, el encuentro continuó con el izamiento de la Bandera Nacional, la entonación del Himno y la colocación de una placa, frente a la emoción de la comunidad que sigue recordando el día en el que Pilar se coló en la historia grande de la Argentina.
La posta
La estancia de San Martín en Pilar tuvo lugar el 29 de enero de 1813, un día después de haber salido de Buenos Aires hacia San Lorenzo, en lo que se conoce como una marcha forzada que los llevó a recorrer 400 kilómetros en 5 días, algo extraordinario para los medios de desplazamiento de la época.
En dicho lugar, el General y unos 150 granaderos, hicieron noche y cambiaron caballos, para luego, al día siguiente, continuar camino hacia Santa Fe.
“En la posta de Pinazo recambió caballos, fue la última columna que sale para Santa Fe y con un plan concreto”, contaba Eduardo García Caffi presidente del Instituto Sanmartiniano a El Diario en 2020, y agregaba que como parte del plan estratégico militar “viajaban de noche y paraban de día para no ser vistos. Y en algún momento, cuando se acercaba a mirar la costa lo hacía de civil como para no despertar sospechas”.
Precisamente, según los historiadores, en ello radica gran parte de la explicación del triunfo de San Martín frente a los realistas. “Vence a un ejército profesional que lo doblaba en número y armamentos, entre otras cosas por la sorpresa”, apuntó García Caffi.
En cuanto a las tareas de una posta, el académico explicó que entre otras, funcionaban como correo. “Los chasquis descansaban, cambiaban los caballos y seguían. Había alimentos, forrajes”, afirmó y agregó que “el titular de la misma tenía que saber leer y escribir”.
“San Martín pasó por Pilar y no por turismo, sino para el comienzo de la gesta y el comienzo del mito. Porque el impacto de San Lorenzo tanto como para que empiecen a confiar en él, como para que después los realistas ya no sintieran como propia la costa del Paraná, fue fundamental”, resaltó el historiador.