EL INFIERNO DESDE ADENTRO

El descarnado relato de los sobrevivientes del incendio en el centro de adicciones

En el hecho ocurrido en La Lonja murieron cuatro personas. Otras fueron rescatadas por los por internos y trabajadores. Denuncian torturas y abandono de personas.

Por Redacción Pilar a Diario 26 de febrero de 2022 - 18:47

Sobrevivientes del incendio en el centro de rehabilitación de adicciones Resiliencia San Fernando, de La Lonja, en el que el murieron cuatro personas, relataron con crudeza los detalles del fatal siniestro y de las condiciones de vida en la institución.

Un informe del Consejo Municipal contra La Violencia Institucional de Ramallo, a cargo de Luis Onofri, recogió los testimonios y concluyó que los hechos “podrían catalogarse como homicidio, torturas, privación ilegítima de la libertad, malos tratos, incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos”, entre otras figuras.

El eje que une los hechos es el relato de Martín Abella, uno de los sobrevivientes quien, junto a otras personas, rescató de entre las llamas a varios de los internados, salvándoles la vida.

“Al momento de desatarse el incendio, el humo rápidamente tomó toda la casa dificultando la respiración y la visibilidad”, reseña el informe. En esa circunstancia, Martin Abella, “junto con otros usuarios y operadores comenzaron a evacuar a los presentes llevándolos al patio exterior”.

Sin embargo, “una vez afuera de la casa observaron que faltaban usuarios que todavía estaban adentro”, por lo que “Martín ingresa a la casa en llamas y evacúa a 3 de los cuatro de los que se encontraban en la habitación 1”, lindera al epicentro del incendio.

“El incendio se genera fuera de la habitación 2, en pila de colchones ubicada en el pasillo frente a la puerta”, relata. Pero aunque esa puerta cercada por el fuego no estaba cerrada, las aberturas que dan al exterior y por donde podrían escapar los internados “se encontraban enrejadas”, lo que fue una trampa mortal.

“Habida cuenta que el humo y fuego no le permitía ingresar a la casa (Abella) tomó un hacha y comenzó a romper la reja de la ventana exterior de esta habitación, pudiendo evacuar al último usuario que quedaba en ella”, sigue el relato.

Sin embargo, “cuando intentó rescatar a Nahuel (Castaño) y Rodrigo (Giménez), alojados en la habitación 2, ya era tarde”. En ese momento “rompieron la ventana pero el humo no los dejaba ingresar”. Tampoco pudieron sacar a Nicolás Visval, “quien se encontraba en la habitación 3”, quienes murieron por inhalación de monóxido de carbono al igual que el cuarto interno, señalado como quien inició las llamas con intención de quitarse la vida.

“Suprimidos”

Según los relatos, los internos “se encontraban inhibidos, suprimidos, sobremedicados por efecto del coctel

psicofarmacológico que les fuera administrado por los operadores antes del incendio”.

Según el informe, el coctel se utilizaba a modo de “chaleco químico” para mantener a los internados sedados. Era siempre el mismo, más allá de las particularidades de cada cuadro. “Le administra el coctel de psicofármacos compuesto de clonazepam, Levotiroxina y Etumina por 2 mgs” que se suministra “sobre la población de forma sistemática tres veces al día: mañana, tarde y noche”.

Esa situación se suma a otras irregularidades denunciadas, como la utilización de los internados como operadores del sistema para realizar guardias o hasta intervenir en internaciones compulsivas descriptas como “secuestros”, muchas veces con métodos violentos.

El informe señala al igual que el presentado por la Comisión Provincial de la Memoria. Que “la institución no contaba con matafuego u otro elemento para extinguir este tipo de siniestros ni plan de evacuación o contingencia”.

Más allá de la tragedia que le suma gravedad al caso de San Fernando, el panorama descripto se repite en infinidad de denuncias contra otras instituciones similares, muchas de ellas ubicadas en Pilar.


Libertad
Martín Abella, uno de los internados que participó del rescate de varios de sus compañeros, se encuentra actualmente detenido en una comisaría de Ramallo y podría ser trasladado a una unidad penal.
Desde el  Consejo Municipal contra La Violencia Institucional de esa localidad, a cargo de Luis Onofri, solicitaron a la jueza correccional Luciana Díaz Bancalari que mantenga “el derecho de tratamiento sanitario por el que originariamente autorizó su supuesta internación” en Pilar. Abella está procesado desde principios del 2021 por amenaza y desobediencia en el marco de una causa de violencia de género.


14
Muertes se produjeron en los últimos años en Pilar en instituciones de salud mental y rehabilitación de adicciones, según un relevamiento del periodista Pablo Galfre.

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