Desde que se reactivó la construcción luego del parate impuesto por la pandemia, vecinos de Zelaya deben lidiar con un dolor de cabeza diario y constante: la circulación de camiones por calles sin asfaltar que provocan un movimiento constante de tierra que afecta a las viviendas y también a la salud de quienes las habitan.
Las sequías de las últimas semanas fueron la gota que rebalsó el vaso de una situación que ya lleva varios meses de quejas y reclamos.
Lucía Bajo es vecina de la calle Zárate y su casa está ubicada a unos 50 metros de la entrada de proveedores del complejo de barrios privados San Sebastián. En total son 200 metros los que conducen hasta las garitas que controlan el ingreso de los rodados de gran porte. En el lugar, funciona además una balanza para el pesaje de los materiales que transportan.
"Hoy estamos respirando por la lluvia, porque sino es terrible, hay polvo constantemente circulando, no se puede colgar la ropa, la pileta se ensucia, el auto lo tenemos que tapar", explicó la mujer, para agregar que "tenemos que tener las ventanas cerradas, no podemos estar afuera, no se puede respirar".
En este sentido, aseguró que realizó el correspondiente reclamo a la municipalidad para solicitar la circulación de un camión regador, aunque la respuesta no fue la esperada. "Desde Mi Muni nos dijeron que el único camión regador estaba roto", afirmó.
En tanto que la solicitud realizada al barrio para que retire del lugar la balanza tampoco tuvo resultados. "No encontramos ninguna solución", manifestó la vecina.
Aunque es el más molesto por estos días, no se trata del único problema con el que deben lidiar los habitantes del barrio. Desde la segunda mitad del año a esta parte, el contante tránsito vehicular complica la circulación de los vecinos del barrio, quienes tenían que aguardar el paso de largas filas de autos y camiones para poder salir de sus casas.
"Desde las 6 de la mañana hasta las 7 de la tarde es permanente la circulación de camiones, cada vez que salís te encontrás con gente que no les importa nada, se hacen dos o tres filas y nosotros con el vehículo no podemos salir", señaló Lucía, al tiempo que solicitó que "haya una organización", tanto por parte de San Sebastián como de la municipalidad.
Frente a la falta de respuestas, los vecinos advirtieron que están evaluando cortar la calle Zárate a modo de reclamo.