DESEMBARCÓ EN 2019

Un molino con 120 años de historia que hizo pie en Pilar

En 2017 Morixe, vinculada a la producción de harina, amplió su cartera de productos. En el Parque envasa 340 toneladas de papas congeladas al mes, para exportar.

Por Redacción Pilar a Diario 29 de agosto de 2021 - 08:17


Desde su icónico molino ubicado detrás de la cancha de Ferrocarril Oeste, en el barrio porteño de Caballito, la empresa Morixe se convirtió, a partir de su fundación en 1901, en una de las principales productoras de harina de trigo del país.

El cambio de firma en 2017 dotó a la empresa de una apertura en su línea de productos y en este contexto se concretó su llegada a Pilar, desde donde hoy se envasan 340 toneladas de papas prefritas congeladas con destino de exportación.

La apuesta por el distrito respondió tanto a factores estratégicos, vinculados sobre todo con la ubicación geográfica, y también con la oportunidad generada a partir del cese de actividades de la fábrica de congelados Nutrifrost, propietaria de la planta de 6.000 m2 cubiertos, donde hoy opera Morixe.

“Lo que hicimos fue rescatar la parte de la operación que estaban dando de baja, reabriendo la línea de envasados y utilizando la cámara de frío de 2.000 posiciones”, explicó Román Malceñido, gerente general de la compañía, en una entrevista con El Diario, en relación al arribo al Parque Industrial de Pilar en 2019.

En la actualidad, el 80% de la producción envasada en el distrito –a partir de materias primas provenientes de la planta que la firma tiene en Munro- es comercializado en Brasil.

La decisión responde a factores económicos que, en realidad, están vinculados con conductas de consumo. En este sentido, el empresario advirtió que “en la Argentina se sigue prefiriendo la papa frita casera incluso cuando vas a un restaurante, y ese es el motivo por el que el mercado local todavía no terminó de explotar en términos de producción”.

De todas formas, consideró que si bien “en el mercado latinoamericano el crecimiento viene con algunas demoras, el consumo de congelados en el resto del mundo ha crecido a unas escalas inmensas y la tendencia es irreversible”.

En cuanto al consumo en Brasil, el principal socio comercial para los productos elaborados en Pilar, Malceñido diferenció dos mercados: “el de consumo masivo y el canal que más tracciona este producto, el de food service”. 

“El envasado de Pilar es en bolsa chica, por lo tanto el 100% de lo que se hace es para el consumo masivo”, aclaró el empresario y destacó que “la principal conveniencia que tiene para nosotros es la ubicación porque para el mercado local, no podemos distribuir desde una zona muy lejana a lo que es el centro, y por otro lado,  desde Pilar sale directamente la mercadería a Brasil a través de camiones”.

Precisamente, las potencialidades que ofrece el distrito son las que llevan a la compañía a evaluar la incorporación de nuevos procesos en la planta del Parque Industrial, como el envasado de productos secos como puré instantáneo, adelantó el gerente general.

Historia
Desde su fundación hasta el cambio de firma hace cuatro años, Morixe tuvo una identificación lineal con la actividad molinera. Cuando en 2017 dejó de ser una empresa familiar para pasar a las manos que la administran en la actualidad, -momento en el que la firma se encontraba “muy deteriorada en términos financieros y económicos”, según Malceñido-, se proyectó el relanzamiento de los farináceos junto a un portfolio de nuevos productos, a fin de capitalizar el prestigio de la marca.

“Con la misma marca, buscamos dar un mensaje de sabor y calidad para cualquier producto que hacemos”, señaló el empresario, para agregar que “relanzamos harina Morixe y nos fuimos corriendo al pan rallado, pastas y galletitas”.

De forma paulatina se fue sumando la línea de congelados y también el aceite de oliva. Y como consecuencia de la expansión, llegaron las asociaciones con Pymes regionales “para empezar a producir y a envasar otros productos para los que hoy no tenemos la tecnología para poder hacer la producción», entre ellos polenta y aceite de girasol.

“Nos asociamos con pymes de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, le entregamos la materia prima, ellos la procesan y nos entregan el producto para que nosotros hagamos la distribución”, precisó el gerente, parte de la primera gestión después de 115 años que no lleva el apellido Morixe. 

 

Apuesta por las arepas
Atentos al crecimiento de la comunidad venezolana en la Argentina y a la influencia de su gastronomía en nuestra cultura culinaria, Morixe lanzó la primera línea de harina para arepas (plato típico de Venezuela) made in Argentina.
“Ellos consumían productos importados y apuntamos a que esté bien distribuido, porque el producto si bien se conseguía, no era de la manera que se merecen como consumidores que es yendo a la góndola de un supermercado”, enfatizó el empresario y afirmó que el segundo gran propósito es abrir el consumo de ese tipo de materias primas a aquellos clientes no venezolanos que quieran adentrarse al mundo de la gastronomía típica.
 

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