Desde hace no menos de dos décadas, el estado de la ruta 6 es un tema de debate plagado de anuncios, arreglos parciales y una certeza: aún no se ha podido mejorar la traza en forma definitiva, por lo que continúa siendo un foco de peligro para quienes la transitan a diario.
Este fin de semana, el camino se cobró otra vida: un hombre de 30 años murió en las primeras horas del lunes, tras haberse accidentado el sábado por la madrugada mientras viajaba junto a su hijo de 3 años. La víctima circulaba a bordo de su automóvil cuando, por motivos que se tratan de establecer, impactó contra el semirremolque de un camión. El menor sufrió heridas leves.
El accidente se produjo a 200 metros de la intersección de la ruta 6 con la Autovía Pilar-Pergamino. Tanto el hombre como su pequeño hijo llevaban puesto el cinturón de seguridad, pero la violencia del impacto le produjo graves heridas que lo llevaron a la muerte.
Construida hace 50 años, a lo largo de 180 kilómetros la ruta atraviesa localidades como Campana, Exaltación de la Cruz, Pilar, Luján, General Rodríguez, General Las Heras, Marcos Paz y Cañuelas, entre otras. Como otros caminos del país, no tardó en ser fue apodada con el triste mote de "ruta de la muerte".
Durante la gestión de Daniel Scioli como gobernador bonaerense, la ruta 6 fue varias veces intervenida (incluso fue uno de sus bastiones de campaña), aunque ningún arreglo fue duradero, reapareciendo los pozos, sumado a la histórica falta de iluminación. Algo parecido ocurrió en tiempos de María Eugenia Vidal, con la promesa de la repavimentación del tramo entre Pilar y General Rodríguez.
Bronca
Conocida la noticia del último accidente fatal, los lectores de El Diario expresaron su bronca y señalaron el nivel de peligrosidad que la ruta 6 representa para quienes la transitan.
“Yo estuve ese día en la ruta y es un desastre -indicó Martín-, te tenés que cruzar de carril a cada rato por los pozos que hay y ni hablar de noche, no está bien iluminada, agarrás un pozo y reventás una goma”.
Por su parte, Soledad Cáceres expresó que “es una vergüenza en el estado que está la ruta 6. Está toda rota, pozos que si no conocés te pueden sacar del camino o romper el vehículo. No me extrañaría que el accidente se haya producido por estas razones, porque de milagro no ocurre a diario esto”.
“Esa ruta es la muerte -sentenció Cinthya Álvarez-. Entre los cráteres que hay, sumado a la falta de luz, no sé qué es peor. Nadie se hace cargo y todos se pasan la pelota para ver quién la arregla primero, y la ruta sigue siendo un desastre”.