Parece que ocurrió hace mucho tiempo, pero fue el 15 de marzo, horas antes de la primera batería de anuncios de Alberto Fernández: cuando aún estábamos aprendiendo qué es el Covid-19, un vecino sorprendió a todos al hacer compras cubierto íntegramente por un overol propio de la industria química.
¿Exagerado? ¿Un genio adelantado? La escena sorprendió a quienes se cruzaron con él. Horas más tarde, el protagonista -que prefirió mantener el anonimato- se comunicó con El Diario, explicando que sólo se trataba de una medida de prevención: “Si llego a terminar en aislación en alguna clínica, nadie va a cuidar a mis perras –decía-. Por eso elegí entre $2.600 del traje completo contra $10.000 o más de pensionados caninos…”.
Más de tres meses pasaron del domingo en el que aquellas imágenes se viralizaron a través del Multimedio Pilar. Si ocurriera hoy, nadie se animaría a reírse de este vecino que –previsor como pocos- supo de inmediato cómo iba a ser la cosa…