La de ayer no fue una jornada en la que se pueda afirmar que se respetó el aislamiento obligatorio, al menos en el centro de Pilar: en la víspera del Día del Padre, las calles lucieron con más cantidad de peatones que de costumbre, sumado a la apertura de un alto porcentaje de comercios.
"Están todos comprando regalos, todos amontonados, distanciamiento social cero", expresó C., vecina que tomó imágenes de lo que se encontró en las calles céntricas. "Vine a la farmacia y no podía creer la cantidad de gente amontonada, mucha bronca...", agregó.
En este sentido, también funcionaron rubros que hasta el momento permanecían cerrados,como locales de indumentaria.
Además, luego de las 16 llegó el aumento del flujo vehicular, con el multitudinario "banderazo" a favor de la empresa Vicentín.