Luego de que el lunes Edenor les cortara el servicio por una deuda de $5.200, la biblioteca PUMA de Manuel Alberti, continúa funcionando y dando clases de apoyo escolar, pero a la luz del sol. Mientras tanto, están tratando de conseguir el dinero que les falta para poder abonar lo adeudado, a pesar de que se les está haciendo cuesta arriba.
La institución que funciona sobre la calle Santa Rita 1076 nació hace ya 19 años y, desde ese entonces, se convirtió en un espacio destinado por entero a la comunidad. De hecho, se sustenta gracias a la cuota de los socios y la recaudación de distintas ferias, pero no recibe ningún tipo de subsidio estatal.
Por este motivo, el aumento de las tarifas complicó mucho más el panorama de un establecimiento que siempre se solventó con lo justo. Y así llegaron este lunes a quedarse sin suministro de energía eléctrica por una deuda de $5.200.
Con impotencia, Gloria Suárez, bibliotecaria del lugar, explicó en diálogo con el programa Materia Prima (FM Plaza 92.1) que por el momento, y mientras terminan de reunir el dinero que les falta para alcanzar la suma adeudada, sus actividades cotidianas las realizan con la luz del sol.
“Seguimos sin luz, con el solcito que entra por la ventana y nos acompaña toda la mañana porque por suerte la biblioteca tiene un lindo ventanal y no precisamos de la energía eléctrica en horas de la mañana”, contó la mujer.
Sin embargo, muchos de los chicos que asisten a la biblioteca para recibir apoyo escolar dos veces a la semana, suelen hacerlo entre las 17.30 y las 18 y hasta pasadas las 19 y, en horario invernal, ya la luz natural no es suficiente. Asimismo, Suárez agregó: “Estamos gestionando todo para ver si logramos completar lo que nos falta pagar, porque no es que no tenemos nada.
La biblioteca se sustenta con el aporte de los socios porque las bibliotecas populares no están subvencionadas, y la cuota es muy baja, la sostenemos en $50 por mes. La situación está muy difícil para todos y es entendible, por ahí el socio necesita el servicio y dice que ya nos va a pagar y no le cerramos la puerta porque precisamente tenemos la función de ser mediadores de cultura”.