Las últimas modificaciones a la Ley Nacional de Tránsito incluyeron un punto que ha generado debate: el uso obligatorio en menores de 10 años de sistemas de retención infantil, es decir, las sillas especiales en sus diversas formas.
La medida ha provocado adhesiones pero también reclamos, debido a que en nuestro país no hay organismos que homologuen la calidad de estos dispositivos. Asimismo, los altos precios (pueden llegar a costar $15 mil) son otro condicionante.
En Pilar, los lectores de El Diario se han expresado al respecto y se han recogido elogios y reclamos.
“A ver quién le cambia el chip a los padres irresponsables que llevan a los chicos adelante sueltos, a los que hacen pool en las escuelas... Cuando mueren los chicos buscan culpables y hacen juicios, pero jamás previenen”, expresó Eva González.
Sebastián Ventura afirmó estar de acuerdo “en todo lo que mejore la seguridad y esté probado, y no sea un curro para hacer multas”.
En la vereda de los que apoyan la medida, Lala Cattaneo expresó que “a mis hijos les enseñé que deben viajar en la butaca. Hace 4 años las compré, y de seguro al que le compré hizo negocio, no creo que trabaje por amor al arte. Yo elijo cuidar a mis hijos”.
Por su parte, Andrés Coimbra indicó que “la medida está bien”, pero “no hasta esa edad, tengo a mi hija de 8 años y ocupa su espacio en el medio, con su cinturón de seguridad. Si pusiera una silla o butaca no entrarían los dos hermanos. La seguridad la hacemos entre todos”.