Miriam Garrido, vecina del barrio Peruzzotti, hizo su buena obra del día al encontrar una billetera con dos mil pesos y devolviéndosela a su propietario, Jonathan Asselbon de 23 años.
La mujer, de 53 años, volvía de su trabajo cuidando abuelos cuando notó que había una campera tirada en la vereda de su casa. En un principio pensó que era de su nieta y al llevarla adentro de la casa se dio cuenta que en el bolsillo había una billetera.
Incitada por su marido, miró la billetera que además de los documentos guardaba dos mil pesos en efectivo. Su hijo conocía a Jonathan del colegio y sabía que vivía en el mismo barrio.
El joven, empleado de la municipalidad, había dejado la campera mientras trabajaba cortando el pasto en el barrio. No se percató de que la billetera había quedado en el bolsillo, por lo que salió a buscarla junto a un compañero. "Los vi que venían corriendo y que miraban para todos lados. Tocaron el timbre de la casa de al lado, donde vive mi hijo, y les dijo que la había visto pero pensó que era basura”, aclaró Miriam que, al verlo, salió y le devolvió sus pertenencias.
Los dos quedaron muy agradecidos: "Lo reté como madre”, dijo Miriam riéndose, entendiendo que podría haber sido su propio hijo quien podría haber perdido sus cosas. El chico llevaba la plata para cambiar de televisor, ya que el suyo se había quemado.
Siendo una persona religiosa, al bendecir la comida, la mujer se emocionó hasta las lágrimas, agradecida y feliz de que Jonathan haya podido recuperar sus pertenencias y con la tranquilidad de haber hecho lo correcto.