Dos camiones no aptos para transportar carne fueron retenidos por la subsecretaría de Transporte y Tránsito del Municipio y decomisaron con más de 300 kilogramos de alimentos en mal estado.
El primero fue interceptado en Villa Astolfi y llevaba más de 100 kilogramos de achuras y cortes de carne, en una caja térmica, pero sin equipo de refrigeración, mientras que en el segundo caso fueron más de 200 kilos de carne que no eran aptos para el consumo humano.
"Llevamos más de 4.000 kilos decomisados y no podemos creer que esto esté pasando”, aseguró la titular del área, Claudia Guerrero.
La funcionaria remarcó que su cartera retiene los vehículos por no contar con habilitación o no ser adecuado para transportar la mercadería que llevaban. Una vez que se confirma que el vehículo no está en regla, se lo traslada a Bromatología, donde el veterinario es quien determina si ese alimento es apto para consumo humano y de no ser así es decomisado.
En tanto, Guerrero explicó que si la mercadería está en buen estado y puede ser consumida, se le solicita al transportista que la retire con un rodado que esté en regla.
"Nosotros solo podemos pedir la documentación, abrir, ver lo que llevan y llevarlo a Bromatología, pero no decidir sobre la mercadería”, señaló la titular de Transporte, que agregó: "Nos hemos encontrado con medias reses con moscas, carne en mal estado y verduras juntas, pescados y mariscos sin refrigeración, la verdad es que no sé qué comían los pilarenses antes o cómo se controlaba”.
Tras el decomiso de la mercadería, la carne en mal estado se tiñó con azul de toluidina, para evitar que se revendida y se arrojó en los camiones de basura de Transur.
Las actas, quedaron en manos del Juzgado de Faltas, que deberá aplicar las multas correspondientes a la empresa que transportaba la mercadería.
