Ante una exagerada cantidad de gendarmes, pero esta vez sin represión, unos 200 vecinos de Pilar y Exaltación de la Cruz, volvieron a manifestarse frente a las cabinas de Larena, en la ruta 8, para reiterar, una vez más, su viejo reclamo: "sin colectora, no hay peaje”.
El acto también tuvo otro propósito: repudiar la represión que los frentistas sufrieron hace una semana cuando recibieron golpes y empujones por parte de efectivos de Gendarmería, incidente que terminó con cinco heridos e igual cantidad de frentistas demorados y que, hasta el momento, no fue aclarado por ninguna autoridad.
Más de 120 efectivos, algunos de ellos con perros y un operativo que incluyó un camión hidrante, custodiaron las cabinas de Corredor Central y se mostraron excesivamente celosos para evitar que los vecinos asomaran a la ruta. Por ese motivo el acto se llevó a cabo sobre un costado de la traza, sin evitar la circulación de vehículos, que indefectiblemente, seguían pagando los 30 pesos de peaje.
El principio de la protesta tuvo momentos de tensión, sobre todo por la actitud desafiante y provocadora de los gendarmes, que entre otras acciones, no pararon de filmar y de sacar fotos a los manifestantes, lo que no hizo más que exaltar algunos ánimos. Tras algunos forcejeos e insultos, la situación se encarriló y el acto pudo completarse sin mayores sobresaltos.
Uno de los manifestantes leyó un comunicado donde se destacó: "no somos anti-progreso, pero no vamos a permitir que nos quieran cobrar por transitar por nuestras rutas”. Sobre la represión del domingo pasado, el comunicado señala que contó con el "aval del poder político, con las fuerzas de seguridad como herramienta para llevar adelante tan desproporcionada acción”.
En otro párrafo se resalta que "los principios y la lucha, hoy nos brotan más que nunca”, se lamentó la "desprotección y el desinterés” del Estado por resolver la situación y, como desde hace meses, el pedido sigue siendo el mismo, "sin colectora, no hay peaje”.
Convocados por los propios manifestantes, esta vez participaron de la protesta organizaciones sociales, sindicales y políticas, además de concejales de Pilar y Exaltación de la Cruz (Adrián Maciel, del Frente Renovador, Marcela González, Marcia González, Juan Pablo Roldán y Sebastián Pérez, del peronismo), el Defensor del Pueblo Juan Pablo Trovatelli y Mirta Ortega Sanz, médica de los hospitales de Pilar y Capilla del Señor, además del titular del Partido Sol de Pilar. También estuvieron militantes del PTS, CTA y adhesiones del CELS y los diputados provinciales Jorge D’Onofrio (FR) y Lucía Portos (FpV).
La protesta finalizó con un grupo de vecinas bailando "la murga de la colectora”, una coreografía improvisada que pareció distender una situación que sigue siendo tensa y sin señales de las autoridades de que pueda resolverse en el corto plazo.