Desde hace meses, los vecinos del barrio De Vicenzo Grande, de Del Viso, no cuentan con suministro eléctrico estable, sufriendo varios microcortes al día, incluso hasta veinte por hora.
Luego de contactarse con la empresa Edenor incontables veces, sin tener una respuesta concreta o compromiso por parte de la compañía, decidieron hablar con Código Plaza (FM Plaza 92.1) para relatar la situación y tratar de conseguir una solución a sus problemas.
Fueron varios los vecinos del barrio que brindaron sus declaraciones, tal como lo hizo Graciela, quien harta de los cortes de luz, dijo: "Lo que estamos viviendo hace un par de meses nunca antes había pasado, estamos sufriendo cortes de luz que según Edenor son programados, pero la realidad es que una cosa es un corte digamos ‘normal’ y otra cosa en uno que dura minutos, donde en un lapso de una hora tenés veinte cortes de luz”.
Los residentes de la zona sufren múltiples interrupciones a diario, lo cual genera que en algunas viviendas se quemen los electrodomésticos y también se echen a perder los alimentos, que pierden su cadena de frío ya que la heladera no funciona.
A su vez, Teresa, cansada de llamar insistentemente a la empresa, comentó: "Después de agotar todos los recursos, me sumo al reclamo de mis vecinos exigiendo solución a los reiterados cortes de energía que sufrimos a diario”. Mientras que Viviana, fastidiada, explicó que "mi caso está agravado debido a que tengo un hijo con parálisis cerebral, que si bien no es electro dependiente merece tener una calidad de vida, que hoy gracias a la empresa de Edenor no la tiene”.
Por último, un vecino desesperado por su situación declaró: "Normalicen el suministro eléctrico ya que cuento con una nena discapacitada la cual tiene internación domiciliaria, nos visitan a diario distintos profesionales que la asisten y la tratan”.
No obstante, el vecino de De Vicenzo Grande compartió un problema más además de los sucesivos cortes de luz, ya que pidió que urgentemente sea atendido el tema de la inseguridad. "Necesito esa solución porque traen una vez por semana la medicación después de las 18, y muchas veces los cadetes que vienen desde el hospital no quieren ingresar por el temor a los robos, ya que el barrio es una boca de lobo”.