Villa Rosa se vistió de rojo para homenajear al Gauchito Gil

Más de tres mil personas se acercaron al santuario para venerar a la imagen del santo pagano. Tampoco faltó el baile al ritmo del chamamé, en el evento más convocante de la localidad.

9 de enero de 2014 - 00:00

Una multitud vivió durante la jornada de ayer en Villa Rosa la celebración que cada 8 de enero se realiza en honor al Gauchito Gil. Miles de promeseros de la localidad como de otros puntos de la provincia, acercaron sus ofrendas y le agradecieron a la figura del gaucho correntino.

Días atrás, los organizadores del evento anticipaban a El Diario que en esta edición serían unos 3 mil los visitantes que se acercarían al santuario del Gauchito Gil de Villa Rosa. Finalmente el número fue ampliamente superado en lo que se ha convertido en el evento más popular de la localidad, que contó con varios artistas que le pusieron ritmo de chamamé a la fiesta.

Si bien fue ayer que la gran cantidad de devotos dijo presente en el santuario de Saavedra Lamas y ruta 25, varias familias desde el lunes 6 acamparon en el predio a la espera del esperado día.

“A las 12 ya había 300 personas esperando, los promeseros del poncho”, indicó Mario Zaganías, miembro de la comisión que durante el año protege y conserva el predio.

“Vienen a esperar el día. Es como el año nuevo de todos, uno espera a las 12 para tirar un cohete, ellos esperan a las 12 para pedir y agradecer”, detalló con emoción el hombre.

Desde el pequeño santuario, se improvisó una interminable fila y se alimentó de fieles durante toda la jornada. Muchos de ellos con sus velas de color rojo, que luego depositaron encendidas con sus esperanzas puestas en Antonio Gil, en un sector especial dentro del predio. Raúl Fernández y Luz González son una pareja correntina que se radicó en Pilar años atrás.

Desde el Litoral trajeron la devoción por el Gauchito Gil y lo demostraron ayer por la tarde: “Venimos a agradecer por los trabajos y pedirle por más y por la salud propia y de la familia”, comentó él, mientras que la mujer señaló que “es muy emocionante venir, y lo hacemos porque tenemos fe. Es muy milagroso”.

Por su parte, María Esther Benítez, vecina de José C. Paz, declaró que “vengo a agradecer que en dos semanas de pedirle, tuve mi casa”. Junto a una amiga, Agustina Torres, oriunda de Grand Bourg, hacía ayer su primera visita al santuario villarrosense. “El año pasado fui a Corrientes pero esta vez  no pude viajar. Soy muy devota desde siempre”, señaló la joven luciendo la imagen del gauchito tatuada en su pierna: “Me lo hice hace poco porque me gusta”.

El escobarense Marcelo Da Silva, no pudo ocultar su fanatismo: “Es una emoción muy grande. Le pido hace 2 años, estaba mal de trabajo y salud, mi suegro tenía el gauchito en su casa, hice una promesa y me cumplió”. Además de nuevos fieles como Marcelo, también estaban presentes los que veneran la figura del santo gaucho desde hace mucho tiempo, como Miguel Ayala de Matheu, devoto desde hace 30 años: “Vengo todos los meses. Si le pido y me cumple, vengo. Si no, igual tengo que venir”, afirmó.

 

Popularidad gaucha

A muy pocos metros de la figura central del gaucho Antonio Gil se levantó una veintena de puestos con souvenirs, regalos e indumentaria alusiva a la imagen que los días 8 de cada mes capta la atención de miles de seguidores en la ciudad de Mercedes, Corrientes, como en otros santuarios secundarios dispersados en todo el territorio nacional.

A pocos metros de la vía, Luis González, vecino de Avellaneda, ofrecía sus postales, rosarios y otros productos.

“Siempre se llena de gente acá, incluso en los últimos años se incrementó”, indicó a El Diario, además de confiarle que cada 8 de enero se vuelve a su hogar con un promedio de 1500 a 2000 pesos.

 

La frase 

“La fiesta del Gauchito Gil viene a ser como el día de la madre o del padre. Vos le pedís 10 pesos a tu papá y te lo va a dar. Si al Gaucho le pedís trabajo o salud, te los va a dar”, Mario Zaganías, integrante de la comisión organizadora.

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