A fines de 1967, los Beatles ya no disfrutan como antes el hecho de estar juntos, por más que faltara que editen discos como el Álbum Blanco y Abbey Road. Por este malhumor generalizado, la película Magical Mystery Tour, filmada para TV y estrenada en la Navidad de ese año, fue un fiasco y el proyecto beatle más vapuleado por la crítica. Sin embargo, el disco poco tiene que ver con esa lastimosa experiencia y contiene enormes canciones –como siempre-: “Strayberry fields forever”, “I am the Walrus”, “The fool on the hill”, “Hello, goodbye”, “Penny Lane” o “All you need is love” son algunas de ellas. Prueba de que los de Liverpool podían dar algún paso en falso, pero la música iba a permanecer sin mancharse ni un poco.