Durante la tarde de ayer, en una audiencia en el Ministerio de Trabajo de la Nación –sede San Justo-, los trabajadores de la panadería La Nueva Italiana escucharon de sus empleadores el compromiso de no producir despidos y regularizar la situación de los empleados que permanecían en negro.
El acuerdo se logró luego de dos días de tensión, en los que un grupo de trabajadores ocupó las instalaciones de la panadería, ubicada en Sanguinetti 258 de Villa Morra, que a su vez abastece a otras cinco bocas de expendio y cuenta con una planta de 40 empleados.
En diálogo con El Diario, el abogado de los trabajadores, Juan Carey, indicó que tras el acuerdo sus defendidos “depusieron su actitud y mañana –por hoy- se van a presentar a trabajar normalmente. La empresa ya está en condiciones de funcionar”.
En cuanto a la regularización de los que no estaban registrados, expresó que “se hará de manera inmediata, según el compromiso, más allá de algunos plazos normales. No fue un arreglo rápido, pero gracias a la intervención del Ministerio de Trabajo de la Nación se logró negociar en términos bastante adecuados para lo que era la situación”.
Así, los empleadores asumieron su compromiso por escrito mientras que desde el Ministerio se les recordó que ya habían sido objeto de múltiples inspecciones. De hecho, el conflicto comenzó porque ante una inspección los empresarios impidieron el ingreso a los funcionarios del Ministerio de Trabajo, lo que configura una falta grave.
Por otra parte, con respecto a los empleados menores de edad, el abogado comentó que “se relevó a uno y consta en actas, tenía 16 años”. Y enfatizó que “el conflicto se destrabó, los trabajadores desocuparon el lugar, la empresa asumió un compromiso y esperemos que lo cumpla”.
Protestas
El conflicto se desató en la noche del lunes, cuando catorce trabajadores de la panadería La Nueva Italiana tomaron la casa central. Los empleados denunciaron precarización laboral y hasta agresiones físicas por parte de los empleadores.
A su vez, desde un principio remarcaron que fueron hostigados tanto por la policía como por la Fiscalía local, según los empleados plantados en una postura netamente a favor de los empresarios.
Precisamente, en la mañana de ayer un grupo de trabajadores dialogó con el programa Materia Prima (FM Plaza 92.1) y describieron algunas de las situaciones diarias. Así, Américo Figueroa afirmó que “vino una fiscal –no dio el nombre de la mujer- con la policía, siendo cómplice de la patronal. La fiscal nos pedía que aceptemos la propuesta de la patronal para que nosotros abandonáramos nuestra lucha, y el comisario también decía que aceptemos”. Y agregó: “Nos damos cuenta de qué lado están las instituciones”.
Por su parte, Ariel expresó que “lo de la policía es una vergüenza, un compañero fue agredido dos o tres veces y ellos no hicieron nada, ni se metieron, pero si llegamos a atacar a uno de la patronal nos meten adentro del patrullero a palazos. Parece que fuéramos delincuentes, pero esa es la policía que tenemos, no está del lado de los trabajadores”.
Sobre las condiciones laborales, Ariel afirmó que “algunos tienen un franco cada quince días, yo directamente no tengo: trabajo con medio jornal que no figura en ningún lado, son fotocopias que hacen ellos, por 800 pesos a la semana, unas 14 horas por día”.
En las últimas horas de la tarde de ayer, los trabajadores abandonaban la panadería luego de 48 horas, tras la promesa de regularización y con la expectativa de que el acuerdo se cumpla una vez que la actividad del comercio vuelva a la normalidad.
Maltrato
En el encuentro mantenido ayer en San Justo no se tocó el tema del maltrato laboral denunciado por los trabajadores. En este sentido, el abogado Juan Carey indicó que el problema “no fue motivo de la audiencia, que estuvo centrada en lograr la registración de los trabajadores y la liberación del predio”, agregando que “quedó para futuras denuncias si se vuelve a producir”.