Médicos advierten por patología que afecta el brazo del bebé

Es un tipo de parálisis que puede llegar a ser irreversible. Se da por dificultad en la expulsión de los hombros en el momento parto. En la Argentina se registran 22 casos por semana.

5 de agosto de 2012 - 00:00

Los consultorios y guardias pediátricas públicas de la Ciudad de Buenos Aires y del territorio bonaerense reciben hasta cuatro veces por semana casos de bebés con «brazos de trapo», una lesión que puede ser irreversible, si no se trata tempranamente, consideraron especialistas en el tema.

Se trata de la Parálisis Braquial Obstétrica (PBO), una  lesión de los nervios a la altura del cuello, que se produce  frecuentemente por una dificultad en la expulsión de los hombros en el momento del parto.

«La incidencia es de 1,51 cada mil nacidos vivos, lo que representa para nuestro país 22 casos por semana, un promedio de 3 a 5 por ese período en la Ciudad de Buenos Aires y alrededores», precisó Andrés Dogliotti, miembro de la Asociación Argentina de Cirugía de la Mano.

El cirujano sostuvo que «es importante tomar conciencia del riesgo que implica una lesión como la del PBO, que de no tener una recuperación completa, puede afectar el normal desarrollo del brazo del bebé».

«Identificar y tratar esta lesión es evitar secuelas  irreversibles en los movimientos y en la forma del miembro superior del recién nacido», aclaró Dogliotti.

 

Sin prevención

Carlos Becker, jefe de Tocoginecología del Hospital Durand e integrante de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Buenos Aires (SOGIBA) explicó que «la paralisis de Erbs -nombre del descubridor de la patología- puede ocurrir en cualquier parto como consecuencia de la distocia de hombros, que sucede cuando el bebé ha sacado la cabeza y por los hombros permanece atascado en el canal de parto».

«Las maniobras que debe realizar el médico, tendientes a sacar al bebé, pueden provocar una elongación del plexo braquial. Obviamente, el médico debe hacerlas para evitar un mal mayor», explicó Becker, profesor adjunto de obstetricia de la UBA.

La distocia de hombros, enfatizó Becker, «es impredecible e imprevenible y exige del obstetra actuar en el momento, y estar adiestrado en las habilidades específicas para resolverla con éxito», más allá de los factores de riesgo.  

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