“Falló el sistema de salud”, dijo el intendente Humberto Zúccaro días atrás con respecto a Santino, el bebé dado por muerto en el Hospital Municipal de Pilar. Es que luego del parto fue depositado sobre una chata, tapado con un trapo y, en realidad, estaba vivo porque así lo descubrió su abuela escasos minutos después.
Sin embargo, no está en claro si lo acaecido este último viernes en Presidente Derqui puede adjudicarse a la falla reconocida por el Ejecutivo. No obstante tiene que ver con el personal médico que debería responder a un sistema de salud.
De acuerdo a lo relatado por Guillermo Mejter, directivo histórico de la Sociedad de Fomento Monterrey Sur, cerca de las 15, un nene de cinco años que estaba en la colonia de vacaciones -que depende de la misma entidad- golpeó su cabeza contra una hamaca.
Como consecuencia sufrió un corte y la consiguiente hemorragia. Mejter no dudó y de inmediato lo cargó en su automóvil para llevarlo hasta la sala sanitaria del barrio Monterrey. “Allí me atiende un pediatra, le limpia la herida y me da una orden para una radiografía para ver si al chiquito le quedó alguna secuela, y me sugirió que la haga lo más rápido en el Hospital Meisner”, recordó.
El proceder de los profesionales de ese hospital materno infantil fue tan bueno como en la sala Monterrey, “porque en apenas 15 minutos me dieron la placa radiográfica y me aconsejaron llevarla, obviamente con el nene, a la sala Derqui-Centro para que la miren y le den unos puntos de sutura”.
En minutos estuvo en la sala, pero entonces tuvo un inesperado hecho que lo llevó a un completo enojo, indignación e impotencia. “Eran las cuatro de la tarde y me atendió un médico generalista sin su nombre y apellido a la vista, me escuchó, miró al nene y me respondió ‘acá eso no lo hacemos, tiene que llevarlo al hospital de Pilar’, y lo peor fue que ni siquiera me pidió la radiografía para ver si tenía algún problema”, sumó Mejter.
El caracterizado vecino derquino buscó en una enfermera alguna explicación ante la negativa de suturarle la herida al chico, pero la respuesta de la mujer fue lapidaria: “Ya el doctor le dijo que eso acá no se hace, váyase al hospital de Pilar”.
Se da que los viernes, más precisamente entre las 16 y las 19 horas, la ruta 234 que lleva desde Presidente Derqui hasta la 8 está sobrecargada de vehículos de los mismos derquinos como de moradores de los varios barrios privados y clubes de campo ubicados sobre ella.
“Tardé 42 minutos en llegar al hospital, sería de terror si el chiquito sufría una fuerte hemorragia -relató Mejter- pero enhorabuena en el (Juan Cirilo) Sanguinetti tuve una gran atención de otro pediatra”. Es que el doctor enseguida llamó a un médico practicante y a una enfermera y, mientras él examinaba la placa radiográfica, ambos se abocaron a coser la herida.
Sin embargo, aún restaba un epílogo con el médico de la sala Derqui-Centro, porque según el pediatra de Pilar, “este es el quinto chico de Derqui que atendemos hoy, y todos por pavadas, cosas menores”. Tan sólo 20 minutos después de su llegada al nosocomio pilarense, Mejter y el nene volvían para Derqui. Y el segundo muy contento por el chupetín que le habían regalado.
“Yo porque tengo un auto y puedo ir y venir enseguida, no entiendo semejante actitud del médico de Derqui-Centro, prefiero no calificarlo, sólo confío en que (Humberto) Zúccaro haga lo que corresponde, porque un día no voy a ser yo, y sí varias personas muy enojadas por la indiferencia de ese supuesto profesional ante un chico sangrando en la cabeza”, disparó finalmente Guillermo Mejter.
La frase
(El médico) “…me respondió ‘acá eso no lo hacemos, tiene que llevarlo al hospital de Pilar’, y lo peor fue que ni siquiera me pidió la radiografía para ver si (el nene) tenía algún problema”. Guillermo Mejter.