por Celeste Lafourcade
El efecto es comparable al que produce conducir en estado de ebriedad, su uso está prohibido por la Ley Nacional 24.449, sin embargo el empleo de teléfonos celulares al manejar es una mala costumbre que los argentinos, y en particular los pilarenses, parecen estar lejos de abandonar.
En el marco de una encuesta realizada por El Diario, el 20% de los conductores afirmó hablar “siempre” por teléfono en tanto que otro 31% reconoció hacerlo “algunas veces”. Solo la mitad de los encuestados se mostró tajante al responder que “nunca” sucumben ante el sonido del aparato.
La distracción que supone mantener una conversación telefónica incluso cuando se utiliza la función manos libres (ver aparte), multiplicada en el envío de SMS donde además se requiere apartar la vista del camino, es el origen de múltiples accidentes de tránsito algunos de ellos de graves consecuencias.
En contacto diario con episodios de este tipo, el jefe del cuerpo de Bomberos de Pilar, Ramón Enrique Pared, asegura que “el 90% de los accidentes de tránsito se produce por fallas humanas”, entre ellas el uso de celulares. Incluso muchos de los que involucran al transporte público.
Basta con recordar el accidente que tuvo lugar en abril del año pasado provocado por el choque de una formación del ferrocarril San Martín contra otra que estaba detenida en la estación de San Miguel y que produjo la muerte de cuatro personas –una de ellas vecina de Pilar- y más de 100 heridos, en el que luego se comprobó que el maquinista había enviado tres SMS inmediatamente antes de impactar.
Multas
Receptores de las actas de infracción labradas por este irregular comportamiento, el Juzgado de Faltas de Pilar aplica unas 100 multas por mes por este motivo. Tal como confirmó el titular del Juzgado, Sebastián Zamarripa, la información llega proveniente del trabajo que realizan los inspectores de la dirección de Tránsito de la Municipalidad, así como del área de Prevención Ciudadana.
Según el juez, el monto de las multas oscila entre 200 y 500 pesos y la designación de la suma depende de la reincidencia o no de los conductores en comportamientos del mismo tipo.
Las infracciones, a su vez, son notificadas por parte del Juzgado de Faltas al Registro Provincial de la Propiedad Automotor y a la Dirección Nacional de Licencias de Conducir, de modo tal que las multas impagas aparezcan en el momento en que el infractor quiera vender un vehículo así como durante la renovación del registro para conducir.
Efectos
Desde el Centro de Experimentación y Seguridad Vial (CESVI) que funciona en el Parque Industrial de Pilar en un estudio específico sobre el uso de celulares al conducir aseguran que “las investigaciones que se llevan a cabo mundialmente han probado que los riesgos de involucrarse en un siniestro aumentan cuando los conductores realizan estas actividades distractivas”.
Asimismo, el subgerente de Seguridad Vial Gustavo Brambati, aseguró que “desde CESVI vemos con gran preocupación la difusión que ha tenido el uso del celular dentro del automóvil”.
Y según los estudios llevados a cabo en los Estados Unidos por el Insurance Institute for Highway Safety afirman que el riesgo de chocar se incrementa cuatro veces cuando se envían mensajes o se mantiene una charla telefónica.
200 a 500
Pesos es el monto de una multa por conducir usando el celular.
También está prohibido
Manos libres, mente distraída
Aunque su uso esté difundido como seguro por las compañías de celulares, la utilización del sistema manos libres mediante el cual la conversación puede ser oída por auriculares sin la necesidad de sostener el teléfono también está prohibida por la Ley 24.449 que establece que la prohibición de «Conducir utilizando auriculares y sistemas de operación manual continua, como teléfonos celulares. Asimismo queda prohibido la utilización de medios audio visuales de información u otros similares, como DVDs. y su instalación en la parte delantera de vehículos de todo tipo».
Al respecto, desde CESVI su gerente Gustavo Brambati, respecto a la opción manos libres asegura que solo “reconocer una llamada en el identificador demora aproximadamente 4 segundos que, a 100 km/h representa 132 metros, pero el paso siguiente que realiza un conductor para sostener una conversación es abstraerse de la ruta y el entorno para poder responder a su interlocutor. Una situación que entendemos como mucho más peligrosa por su duración”.
Según el especialista “este efecto lo hemos percibido a través de una prueba que realizamos en nuestras instalaciones con unos 300 conductores donde luego de un entrenamiento sobre un circuito de precisión los llevamos a realizar el mismo recorrido sosteniendo una conversación con un sistema de manos libres. El 90% cometía errores y los más comunes fueron salirse del circuito. Además, percibimos que disminuían la velocidad a valores mínimos para poder responder algo que en las rutas sería la causa de una tragedia”.
Casi borrachos
De acuerdo a un informe desarrollado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), “las alteraciones en el comportamiento del conductor producidas por el uso del teléfono celular son tan profundas como las ligadas a la conducción bajo los efectos del alcohol”.
En concreto, según el informe, la necesidad de repartir la atención entre la conducción y la llamada telefónica significa que en un minuto de conversación una persona que maneje a 130 kilómetros por hora haya circulado más de 2,1 kilómetros sin plena concentración.
Mucho más peligroso aún resulta el envío de mensajes de texto que requieren, además, de una habilidad motriz. Y en este sentido, para la OMS al enviar o recibir SMS se desvía un 400% más la mirada de la calle que con una llamada. Esto incide, según el mismo informe, en faltas graves como invadir el carril contrario o colocar mal los cambios del vehículo.